El Movistar Estudiantes alza este viernes el telón de la Liga Endesa 2019-20 en Vitoria ante el Kirolbet Baskonia (19:15, M+D). Un desplazamiento que da pocas alegrías a los colegiales: su última victoria fue el 12 de mayo de 2013, la única en 16 años. Sin embargo, los estudiantiles llegan con toda la ilusión del mundo, con un nuevo proyecto kilómetro cero dirigido por Aleksandar Dzikic y siete caras nuevas. "Tenemos un grupo de chicos listos para trabajar y competir. Como cualquier otro equipo, necesitamos tiempo para aprender a vivir y a trabajar los unos con los otros. Nuevo entrenador, nuevos jugadores, nuevas demandas, nuevos rivales", asegura el entrenador serbio en palabras distribuidas por el club.

Dos días después, el domingo, el Estudiantes se presentará ante su afición ante el Herbalife Gran Canaria en el WiZink Center (12:30, M+D1) con las nuevas incorporaciones a la cabeza, pero también con los veteranos: el canterano Adams Sola, Víctor Arteaga, Darío Brizuela y Édgar Vicedo, que tras un mala temporada pasada quiere revertir la situación. "Toda la mierda que podía tragar lo hice el año pasado y otro año igual no me pasa. Eso lo tengo claro y, por eso, he trabajado en verano como nunca antes lo había hecho. Vengo con ganas, motivado. Quiero dar lo máximo posible", dijo el alero que concedió una entrevista a AS durante la presentación del equipo.

¿Qué tal ha ido el verano?

Bastante movidito. No he parado de entrenar, lo he aprovechado al máximo. El año pasado no fue de la mejor manera posible, fue bastante mal y tocaba un cambio, trabajar bastante.

¿Qué ocurrió la pasada temporada? No fue su mejor año...

Al principio vengo de una lesión, de la que no se sabe nada. Durante todo el verano trató de recuperarme entre algodones, en la pretemporada no llegó bien y desde ahí 'ruedo'. Luego, además, me auto presiono de más: veía que las cosas que hacía en mayo ya no podía hacerlas... Físicamente no me encontraba. No era yo. No estaba a gusto. La presión que me metía yo de querer hacerlo bien y ver que mi cuerpo no reaccionaba me llevó al bloqueo. Cuando empecé a encontrarme mejor, en enero-febrero, el entrenador (Josep María Berrocal) no tenía 'feed back' conmigo y no contó conmigo. Son situación que se dan, se respetan y se aprende de ellas. El último mes fue bueno, me encontré a buen nivel y me quedé con esas sensaciones.

¿Esa falta de conexión con Berrocal también le afectó?

Sí... al final yo estaba tranquilo. Daba cada día el 100%. Me daba coraje por ver cómo podía ayudar al equipo o cómo podía colaborar para tratar de salvar la situación. Con él no había 'feed back' y no sabía qué hacer. No cuajó. Pero lo bueno es que nos salvamos y nos podemos ver otro año de nuevo aquí.

Entonces, ¿se toma este año como de reivindicación?

Tampoco. Sin auto presión. Jugar. Disfrutar. Nada más. Ya sufrí mucho la temporada pasada. Ya tragué toda la mierda que podía el año pasado y otro curso igual no me paso. Eso lo tengo claro y, por eso, he trabajado en verano como nunca antes lo había hecho. Vengo con ganas, motivado. Quiero dar lo máximo posible.

¿Y qué tal con el nuevo entrenador, Aleksandar Dzikic?

Muy bien. Muy claro en todo. Exigente desde el primer día y, por el momento, muy contento. Me estoy encontrando de nuevo a mí mismo. Los partidos de pretemporada nos están dando bagaje y nos viene bastante bien. Y desde ahí, ir sumando. Estos encuentros no dicen nada, pero mejor sumar cositas y sensaciones para llegar de la mejor manera posible al inicio de la temporada.

¿Se nota su gen balcánico?

Sí, por su puesto. ¡Pero me gusta! Ese tipo de entrenador exigente, que siempre te obliga a dar el 100%... En Huesca, con Quim Costa era igual, sin ese gen balcánico (risas) y me fue bien. Este año será muy destino.

Vive otro cambio radical de plantilla...

Cada año con más experiencia en esto (risas). Viendo qué se puede hacer para unir al equipo lo antes posible. La pretemporada está siendo bastante buena. El grupo es fantástico y hemos ido varias veces a cenar para conocernos mejor. Todo el mundo está muy implicado y con ganas de hacer un buen año.

¿Cuál cree que será el 'nuevo' con el que más disfrute la afición?

Creo que un poco con todos. Este año tenemos un conjunto bastante bueno. Hay algún jugador que destaca, pero no es como la pasada temporada en la que existía esa superdiferencia entre dos y tres jugadores y el resto del equipo. Hay una plantilla muy compensada. Palacios tiene un movimiento caribeño en el poste que gusta mucho, Dangubic tiene un físico impresionante que aprovecha a la perfección en las situaciones de bloqueo directo, Scrubb es un tirador que alucinas: el primer día que llegó y empezó a anotar y anotar y anotar... no paró. Pressey, desde el primer día, mostró que es un director de orquesta genial. Y Kadji, se le ve con muchas ganas y con mucha intensidad. Tenemos un grupo de jugadores que te pueden dar un poco de todo.