Se atisba en el horizonte una temporada complicada para los Golden State Warriors. Más aún tras un lustro en el que han ensombrecido al resto de franquicias de la NBA: cinco finales y tres anillos ganados en ese periodo de tiempo. Sin embargo, el bloque de San Francisco afrontará el próximo curso sin dos de sus tres estrellas: Klay Thompson se perderá gran parte de la temporada tras su rotura de ligamentos de la rodilla, mientras que Kevin Durant, también lesionado de gravedad (rotura del tendón de Aquiles), puso rumbo a la Gran Manzana para fichar por los Brooklyn Nets.

Precisamente sobre el alero habló Stephen Curry, buque insignia de este equipo. El base, lejos de criticarle, entiende la decisión tomada por su excompañero y amigo: "Lo bonito de la agencia libre es que todos tienen una opción, una decisión, y tú tienes que encontrar tu felicidad, allá donde esté. Todo el mundo tiene esa decisión en algún momento, y en especial aquellos que se lo merecen como Durant y los mejores agentes libres".

También destacó que nada de lo que han conseguido en las últimas temporadas no habría sido posible sin él. "Los tres años con KD fueron especiales. Tuvimos tres apariciones consecutivas en las finales, ganamos dos de ellas y logramos mucho como grupo. Hay que estar muy orgulloso de eso. Ahora nos toca afrontar un nuevo reto para conseguir volver al nivel anterior", sentenciaba.

A pesar del nivel individual del equipo, Curry señala que no es fácil que las piezas encajen para que todo funcione. "Todo el mundo habla sobre la cantidad de talento que teníamos en ese equipo, pero eso no garantiza que lo puedas demostrar en la cancha", matiza el base, confiando en que ese factor se mantenga en el equipo ahora con la llegada de D'Angelo Russell: "La química se desarrollará rápidamente. Tendremos un gran propósito al respecto e intentaremos establecer el tono con el que queremos jugar este año".