Renovar a Klay y Durant: ¿400 millones por no jugar?
El equipo californiano se enfrenta a un verano difícil en los despachos con varios de sus pilares con opción de marcharse la próxima campaña.
La derrota de los Warriors en la final de la NBA deja un mal sabor de boca para un equipo diseñado para ganar, quizá más que ningún otro en la historia. Con seis posibles hall of famers en sus filas todo lo que no fuese llevarse el anillo se vería como un fracaso. Independientemente de las circunstancias concretas en las que se hayan peleado por él, que es evidente que no han sido las mejores ante la plaga de lesiones que han sufrido, todo esto ya es pasado.
La franquicia mira al futuro con optimismo ante la inminente inauguración de su nuevo pabellón, el Chase Center, con el que esperan recaudar más dinero que nunca. Todo lo que ocurra dentro, todo lo que se produzca y se consuma, estará bajo control de los Warriors, único responsable del edificio. Desde la organización ya se ha insinuado que esos ingresos extras les pueden ayudar a mantener a toda la plantilla sin preocuparse tanto de tener que pagar el impuesto de lujo al que sin duda se verían abocados de renovar a todos sus jugadores.
Los fijos para la 19-20
¿Pero quiénes son los nombres concretos con los que los Warriors tienen que sentarse a negociar? Para el año que viene tienen contrato garantizado Stephen Curry, Draymond Green, Andre Iguodala, Jacob Evans, Damian Jones y Alfonzo McKinnie. Aparte de ellos la franquicia puede ejecutar la opción de equipo para renovar por una temporada más a Shaun Livingston por casi 7,7 millones de dólares, aunque esto está en duda por la edad del jugador, que podría plantearse la retirada. Kevin Durant, por su parte, podría hacer efectiva la opción de jugador y quedarse otro año por 31,5 millones ahora que sabe que va a estar todo el año parado por la rotura del tendón de Aquiles. Si todo esto pasa daría como resultado más de 113 millones en sueldos en ocho jugadores. El límite salarial para el año que viene está situado en 109 millones y el impuesto de lujo comenzaría a pagarse a partir de los 132. Estas cifras aún tienen que confirmarse, pero no se esperan grandes cambios.
Los casos de Klay y Durant
Aquí empiezan los problemas para los Warriors. Klay Thompson será agente libre a partir del 1 de julio y Kevin Durant podría no aceptar su opción de jugador y salir también al mercado en la misma fecha. En ese momento cualquier equipo podría hacerles una oferta y llevárselos si llegan a un acuerdo con ellos, algo que los Warriors ya han hecho público que no quieren que ocurra. La intención de los californianos es renovar a los dos jugadores, incluso a pesar de las lesiones de larga duración que han tenido en la final (Klay Thompson se ha roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda). Pero si quieren hacerlo van a tener que dejarse una barbaridad de dinero en los sueldos de los dos.
Durant, al llevar 10 años en la Liga, puede firmar un contrato máximo que en su primer año comenzaría en el 35% del límite salarial (los 109 millones). Eso serían 38 para el alero. Mientras tanto, a Klay Thompson puede llegar al 30%. Es decir, 33 millones. Si a esos dos sueldos les sumamos el de Stephen Curry (40), en la temporada 2019-20 los Warriors pagarían 111 millones a sólo tres jugadores, dos de ellos sin jugar. En total, los contratos de Kevin Durant y Klay Thompson podrían llegar en cinco años a un montante total de 220 millones el primero y 190 el segundo: 410 millones de dólares.
Otros interrogantes
Como ya habíamos visto, el traslado al nuevo pabellón hace que los Warriors confíen en que los ingresos extra paguen esos sueldos (y los impuestos de lujo que traerían con ellos). Pero después de Klay y Durant vienen el resto de las interrogantes. El caso más difícil de descifrar es el DeMarcus Cousins, que ahora sólo cobra 5 millones pero que la próxima temporada seguro que quiere y puede llevarse más. ¿Estarán los Warriors dispuestos a pujar por él hasta llegar a cifras elevadas? Seguro que hay equipos que, según vayan desapareciendo opciones en la agencia libre, estarán dispuestos a echar el resto por Cousins. Veremos si los de la Bahía entran en esa pelea, aunque también han declarado en otras ocasiones que la idea es contar con él.
Los otros dos jugadores que quedan libres y que seguro pueden ganar bastante más de su contrato actual son Kevon Looney y Quinn Cook, con 1,5 millones de ficha cada uno. Han demostrado ser dos de las opciones más fiables del banquillo y seguro que intentan que ambos sigan, pero se pueden convertir en dos piezas cotizadas por otros equipos. Lo único claro es que cuanto más dinero se gasten en las estrellas menos les va a quedar para completar una buena rotación que en estas Finales se ha demostrado básica. La importancia de hombres como VanVleet o Ibaka ha sido fundamental en el anillo de los Raptors.
En 2020 llega Draymond Green… O antes
Todo lo visto hasta ahora es sólo mirando a este verano, porque en 2020 el que saldrá al mercado será Draymond Green, que en su último año cobrará tiene firmados 18,5 millones. En principio los Warriors tendrían un año para pensar en la renovación de Green, pero los acontecimientos parecen no ir por ese camino. El jugador cambió de agencia en mitad de temporada y se fue con el omnipresente Rich Paul (amigo, agente y socio de LeBron, agente de Anthony Davis), quien ha dejado claro que la intención de su cliente no es esperar al verano de 2020 para hablar con su equipo. Los Warriors pueden ofrecerle si quieren este mismo año una renovación por cuatro temporadas que comenzaría a contar en 12 meses. Ese parece el objetivo de Green y ese podría ser también el del equipo, que si esperan a 2020 se arriesgan a vivir una situación similar a la de Durant, con rumores durante toda la temporada sobre su posible salida y rivales acechando por todos sitios para llevarse a un jugador que estaría más que solicitado en el mercado libre.
Pero claro, si esa renovación se adelanta al mes que viene, Green sería otra boca más que alimentar por parte de unas arcas que amenazan con romper todos los récords jamás vistos en la NBA en cuanto a impuestos de lujo se refiere. Así que el futuro inmediato del equipo está en suspenso. De momento no se espera una revolución, pero cada pieza decidirá por sí misma y si todas acaban cayendo del lado contrario a los intereses de los Warriors, el mejor equipo del mundo durante los últimos cinco años dejaría de existir como tal. Seguirían siendo candidatos a todo porque llegarían nuevos refuerzos, pero sería otro equipo distinto y probablemente peor. En menos de un mes tendremos la respuesta.