NBA | RAPTORS 105 - WARRIORS 106

Los Warriors, contra el público de los Raptors: "Ha sido asqueroso"

"No tengo palabras para explicar lo enfadado que estaba", dijo Klay Thompson tras la reacción de la grada a la lesión de Kevin Durant.

Toronto
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En un partido agónico y que pasará a la historia de las Finales NBA, los Warriors salvaron el primer match point y se ganaron el derecho a (3-2 ahora) jugar al menos un partido más en su Oracle Arena de Oakland. Será el jueves (03:00 hora española) y será el primer anillo en la historia de los Raptors o el billete a un séptimo partido y la posibilidad de los Warriors de ser el segundo equipo que remonta un 3-1 en unas Finales tras sufrir en sus carnes esa reacción de los Cavaliers en 2016.

Todo lo que hagan los Warriors a partir de ahora será, claro, sin Kevin Durant. En una secuencia dramática, el alero volvió a jugar un mes y un día después de su lesión muscular en la pierna derecha, brilló en unos primeros minutos dominados por los Warriors y tuvo que irse en el segundo cuarto, otra vez lesionado. Además, después del partido llegaron las peores noticias: a falta de las pruebas definitivas, parece que hay una lesión del tendón de Aquiles que resultaría devastadora para Durant y que cambiaría totalmente el panorama de la NBA al completo, con el inminente mercado veraniego a la cabeza.

Cuando cayó Durant, parte del público de los Raptors jaleó su lesión, lo que provocó la reacción inmediata de jugadores de la franquicia canadiense como Serge Ibaka, excompañero de Durant en los Thunder, y Kyle Lowry. Después, cuando se iba al vestuario desconsolado y ayudado por Stephen Curry y Andre Iguodala, los aplausos fueron de homenaje para un KD que, obviamente, no jugará más en estas Finales.

Pero a los jugadores de los Warriors se les quedó grabada esa primera reacción de júbilo de la grada tras la lesión. Klay Thompson fue uno de los más claros al respecto: "Fue asqueroso, fue absolutamente ridículo. Ni siquiera puedo explicar del todo con palabras lo enfadado que estaba". Y Draymond Green también habló con claridad: "No me lo podía creer, parecía irreal. Nada de clase, ninguna clase. Los canadienses siempre me han parecido gente muy agradable pero esta vez no han tenido nada de clase".

Stephen Curry, por su parte, fue el menos tajante. No hay que olvidar que pasó unos años de su infancia en Canadá, cuando su padre (Dell Curry) jugaba en los Raptors, y que su mujer es canadiense: "No sé qué pensar de ese momento, estoy confuso. No es lo que yo he vivido con la gente de esta ciudad. Agradezco a los jugadores como Lowry y Danny Green que calmaron un poco las cosas. Hay que entender que hay un ser humano ahí, no se trata solo de decir 'eh, se ha lesionado, vamos a ser campeones".