FINALES NBA 2019 | TORONTO RAPTORS - GOLDEN STATE WARRIORS (3-1)
La fiesta más especial para ver la final, en el pueblo de Naismith
Almonte vio nacer al inventor del baloncesto. Ahora sus vecinos se reunirán para ver el partido a pocos metros de la estatua que le recuerda.
Desde que los Raptors se clasificaron para la final de la NBA, por toda Canadá han surgido lugares públicos donde ver los partidos. Para el quinto son 56 las pantallas gigantes que habrá a lo largo y ancho del país. Pero ninguna de ellas será tan importante como la de Almonte, en Ontario, por su valor sentimental. Allí nació James Naismith, el inventor del baloncesto, y en la plaza del ayuntamiento se juntan 500 personas en un pueblo de 5.000 habitantes para ver las andanzas del único equipo canadiense en la NBA.
“Todo el mundo está muy orgulloso y emocionado. Es genial lo que está pasando y cómo no está uniendo está fiebre por el baloncesto”, explicaba Tiffany McLaren, la principal organizadora del evento. Este deporte fue ideado por Naismith en 1891, cuando era profesor en un instituto de Massachusetts, con la intención de que los alumnos practicaran algún deporte de equipo en invierno, cuando las temperaturas y las nevadas hacían imposible salir a la calle.
El nombre de Naismith pasó a la historia y ahora lo llevan tanto el Basketball Hall of Fame de Estados Unidos como el trofeo de campeón del Mundo de la FIBA. A un nivel mucho más humilde, pero con un punto de recuerdo y agradecimiento a su figura, esas 500 personas verán uno de los partidos más importantes que se pueden jugar en este deporte a escasos metros de la estatua del hombre que le dio vida. El destino, a veces, también deja jugadas para el recuerdo.