Durant, Kobe, Kyrie, Malone... lesiones que cambiaron Finales
La ausencia de Kevin Durant puede poner punto y final a la dinastía de los Warriors; repasamos las lesiones que en los últimos 20 años que han cambiado las eliminatorias por el título.
Los Warriors están contra las cuerdas. Es la primera vez que se encuentran en esta situación desde que comenzaran su dinastía en 2015. Ni siquiera al año siguiente, cuando fueron batidos por los Cavs, estaban tan al límite como ahora. En esa ocasión les remontaron un 3-1 y les acabaron ganando en Oakland, donde eran favoritos en el séptimo. Ahora el resultado es el mismo pero a la inversa. Golden State juega el quinto partido en Canadá. Será un win or go home para ellos. Un encuentro en el que alargarán la serie o verán como los Raptors ponen punto y final a su dinastía.
Uno de los motivos por el que los Warriors se encuentran en esta situación es la lesión de Kevin Durant. El alero, que se tuvo que retirar con molestias contra los Rockets, no ha vuelto a jugar en estos playoffs. La franquicia ha estado especulando con su retorno en todas las Finales, pero ahora su presencia en el quinto encuentro parece más improbable que nunca.
La lesión de la estrella, que viene de ser MVP de las Finales en las dos últimas campañas, no ha sido la única que ha habido en la última ronda de los playoffs a lo largo de la historia. Numerosos jugadores han perecido antes, o durante las eliminatorias por el título y se han tenido que perder la lucha por el anillo. No siempre el resultado final ha sido una derrota para el equipo cuyo jugador ha estado inactivo, pero las distintas ausencias vividas han provocado que esas series cambiaran en mayor o menor medida.
A continuación, repasamos las lesiones que ha habido en las Finales en los últimos 20 años, es decir, desde el primer año después de la retirada de Jordan. Algunas de dichas ausencias han sido muy sonadas en la Liga, y algunas de ellas provocaron un cambio drástico que acabó con un ganador distinto al esperado inicialmente.
Pat Ewing en 1999
La primera de estos últimos 20 años. Los Knicks llegaban a las Finales de la NBA el año del lockout tras imponerse a los Pacers en las finales del Este en una eliminatoria en la que llegaban como el octavo clasificado, algo nunca visto hasta entonces. Ocupaban la vacante dejada por Jordan, retirado el año anterior tras ganar su sexto campeonato.
Precisamente en la serie ante Indiana fue donde se lesionó Pat Ewing, una estrella que empezaba a perder luz y que se encontraba en los últimos años de su carrera, pero que seguía siendo muy importante para los suyos. Cayó en el segundo partido y vio como un impresionante 3+1 de Larry Johnson daba ventaja a su equipo en el Madison, en una serie que acabaría cayendo del lado de los neoyorkinos.
La estrella no pudo disputar las Finales ante los Spurs y fue espectador de lujo en el primer anillo de la particular dinastía que iniciaban por aquel entonces Gregg Popovich y Tim Duncan y que dejaba por el camino los sueños de un equipo que no ha vuelto a tener tan cerca un campeonato que no conquistan desde 1973. Jeff Van Gundy en los banquillos, Latrell Sprewell como referencia... como han cambiado los Knicks.
Kobe Bryant en el 2000
Al año siguiente volvió a haber una lesión en las Finales. Esta vez fue de Kobe Bryant. La fiebre amarilla resurgía gracias a Phil Jackson y con Shaquille O'Neal como hombre más dominante de la Liga. En el segundo partido de la eliminatoria, Kobe, que ya era el segundo de a bordo y que había rescatado a los Lakers en las finales del Oeste (aquel séptimo partido), caía en suspensión en el segundo encuentro y se encontraba en el aterrizaje con la pierna de Jalen Rose, que años después reconoció que lesionó a su rival a propósito. La jugada fue muy parecida a la de Pachulia y Kawhi en el primer partido de las finales del Oeste del año 2017, cuando se volvió a recordar lo ocurrido 17 años antes en una jugada muy sucia y (por desgracia) muy típica en la Liga.
La historia no acabó mal para los Lakers. Bryant sería baja en el tercero, pero volvía en el cuarto jugando infiltrado. O'Neal era eliminado por faltas en la prórroga y fue Kobe, el que con 8 puntos en el tiempo extra (28 en total), le dio la victoria a los angelinos. Phil Jackson declararía en su libro Once Anillos, que aquella fue la primera ocasión en la que el joven escolta le recordaba a Michael Jordan. Eso sí, fue el anillo de Shaq. Los de púrpura y oro caerían en el quinto, pero sentenciaban en el sexto con el pívot en números históricos (38 puntos y 17 rebotes de promedio en esas Finales).
Karl Malone en 2004
Una de las más tristes. El legendario ala-pívot ponía rumbo a Los Ángeles junto a Gary Payton para ganar un anillo que se le resistió en los Jazz. Y se quedó sin premio. Un año lleno de lesiones para él acababa en playoffs, donde parecía recuperado. Sin embargo, caía en el cuarto partido de las Finales ante los Pistons en una serie donde los de Larry Brown (que al fin ganó su anillo) fueron muy superiores. El quinto lo jugaron sin Malone, pero los angelinos, inmersos en la guerra Shaq-Kobe durante todo el año, ya estaban sentenciados. Ese cuarto encuentro de la lucha por el título fue el último para la estrella, que se retiró sin campeonato.
Andrew Bynum en 2008
De nuevo los Lakers fueron la víctima de una nueva ausencia en las Finales. Esta vez la lesión no llegó en dicha ronda. Tampoco en playoffs. Fue en temporada regular, en un partido contra los Grizzlies... de Pau Gasol. La caída del pívot provocó que en Hollywood apretaran y fueran a por el español, que recaló en la franquicia de Kobe Bryant. La llegada del internacional le dio alas al equipo, pero Bynum no se recuperó a tiempo para unas Finales en las que cayeron ante los Boston Celtics de Garnett, Pierce, Allen y compañía. Phil Jackson siempre se acordó de la ausencia del joven center en esa serie, y en el futuro mantendría que la historia habría sido muy distinta con él en pista.
Kendrick Perkins en 2010
Las tornas cambiaron dos años después. En el sexto partido de las Finales, Perkins caía tras luchar por un rebote aquejado de dolores en la rodilla y no estaría para el séptimo y definitivo duelo que se disputaría en Los Ángeles. Los aficionados verdes se acordaron mucho de esta lesión. El pívot era un seguro en defensa y se había ganado la titularidad, y aunque una estrella veterana como Rasheed Wallace cubrió meritoriamente su puesto en el encuentro definitivo, la rotación se vio ligeramente mermada por la ausencia del jugador. Resultado final: segundo anillo consecutivo para los Lakers y quinto (y último) para Kobe. Nunca sabremos que habría pasado con el jugador en pista. Igual que nunca sabremos que hubiera pasado si Bynum hubiera estado dos años antes.
Cabe hacer un paréntesis entre estos dos años. En 2009, Garnett se lesionó antes de los playoffs y no pudo disputarlos. Los Celtics, que venían de ganar el anillo, cayeron en el séptimo partido de las semifinales de la Conferencia Este ante los Magic en el Garden. La influencia en pista del ala-pívot, sobre todo en defensa, era tremenda, y en Boston no consiguieron superar la segunda ronda sin él. Por otra parte, su verdugo, Orlando, jugó sin Jameer Nelson, All Star ese año y lesionado a mitad de temporada. El base volvió en las Finales... ante los Lakers. Son dos casos muy distintos que no causaron baja en la eliminatoria en la que se decide el título, pero cabe mencionarlos por la importancia que tanía cada uno en sus respectivos equipos.
Kyrie Irving y Kevin Love en 2015
De las lesiones recientes, fueron probablemente las que más influencia tuvieron en unas Finales. LeBron retornaba a Ohio para formar un big-three (otro más) temible (a priori) junto con Kevin Love y Kyrie Irving. Sin embargo, ambos jugadores se lesionarían antes y durante las Finales. El ala-pívot caía en primera ronda ante los Celtics, mientras que el base haría lo propio en el las finales del Este ante los Hawks, y aunque se probó en el primer choque de la ronda en la que se decide el campeonato ante los Warriors, no dio más de sí.
Estas lesiones permiten un desarrollo mayor, sobre todo para las malas lenguas. Los Cavaliers plantaron cara y llegaron a ir 2-1 arriba a pesar de la ausencia de estos dos jugadores y gracias en gran parte a un LeBron sobrehumano (36+13+9 en esas Finales). Si observamos este hecho podríamos llegar a una preocupación que alimenta, y mucho, el debate de Durant sí o Durant no. En 2015, los Cavs estuvieron cerca de Golden State sin dos de sus estrellas. El 2016 ganaron con ellas (sin Draymond Green en el quinto encuentro... pero por sanción, no por lesión). Y en los dos años siguientes, con Durant ya en La Bahía, ni olieron el campeonato. Este año sin el alero están al borde de la derrota. Ojo con eso.
Kevin Durant y Klay Thompson en 2019
Las últimas, pero no las menos importantes. En todos estos años, es la segunda vez que los Warriors pierden dos partidos consecutivos en Oakland (donde igual no vuelven). La otra fue en 2016. La ausencia del alero les está perjudicando de manera cada vez más clara, y si a su ausencia sumamos la del Thompson en el tercer choque, vemos los resultados. Un equipo organizado y con las ideas claras como los Raptors están a punto de acabar con una de las mayores dinastías de la historia. Una dinastía que puede acabarse... ¿por culpa de las lesiones?.
Otras lesiones
También ha habido lesiones clave para equipos que luego no han disputado la eliminatoria en la que se juegan los anillos. Leonard cayó en 2017 cuando su equipo iba ganando de 20 en Oakland. Kobe se lesionó en 2013 antes de unos playoffs a los que los Lakers llegaban al alza. No fueron ausencias en las Finales, pero fueron igual de importantes.
Las lesiones forman parte del juego, y las seguirá habiendo. Han dejado a muchos jugadores al borde de la retirada, han cambiado dinastías, eras y Finales. Solo falta por ver como acabará la de Durant, y como afectará a la franquicia ver truncada (si es que finalmente ganan los Raptors) su dinastía. Una de las mayores de la historia. Que no se nos olvide.