La condición de victoria para el Barça ante el Anadolu Efes era clara: los turcos debían bajar su media anotadora, una de las más altas de la competición, para que los azulgrana tuvieran opciones en el partido. Y, simplemente, no sucedió. El potencial ofensivo de el Efes apabulló a un Barça que aguantó el tipo los dos primeros cuartos pero que perdió la cara al partido en el tercero.

Y buena parte de la culpa la tuvo Larkin, que acabó con 30 puntos tras un tercer cuarto redondo. No falló ni liberado ni bajo presión, y rentabilizó cada pérdida del Barcelona. El Palau le ovacionó. Por momentos, la superioridad visitante fue prácticamente insultante.

El Anadolu Efes silenció al Palau en las dos primeras jugadas de ataque, con dos tiros exteriores fáciles, uno de ellos de tres. Un presagio de los primeros minutos de partido, con un Barça débil en defensa y sin ideas en ataque más allá de confiar en Tomic. El 9-20 en el marcador asustó al Barça, que pudo irse del partido si no fuera por la mano de su entrenador. Pesic leyó bien el encuentro, dio entrada a Hanga, que aportó claridad en ataque, y a Orriola, que aumentó la intensidad defensiva. Los porcentajes de tiro siguieron siendo mejores para los turcos, que se fueron con ventaja al final del primer cuarto (20-26).

El problema para el Barça, esencialmente, fue que el Efes encontró tiros exteriores demasiado sencillos. Los visitantes superaron a la defensa azulgrana de forma colectiva así como Simon, Beaubois y Larkin de forma individual. Tras un uno de cuatro en triples del Barça y la aparición en ataque de los interiores de Efes (con un mate y un alley-hoop seguidos) Pesic paró el partido con 27-40. Y pese a que el Barça mejoró, anotaron dos triples y apareció Seraphin en ataque, la irrupción de Larkin al final del cuarto dinamitó la reacción azulgrana (39-52).

El Barça regresó al parquet con un parcial de 8-0 que se encargó de zanjar Larkin con dos triples. Los azulgrana salieron mejor que al arranque del choque, con un Palau también más metido, pero siguieron siendo incapaces de frenar el potencial ofensivo de el Anadolu Efes. El despliegue de los turcos, especialmente de Larkin y Moerman, mató alBarça: una técnica para Pesic, pérdidas en transiciones, los exteriores liberados... El Barça, simple y llanamente, perdió el partido en estos minutos y se dejó ir con pérdidas impropias de un equipo de su nivel.

Los minutos restantes del partido no tuvieron mayor historia, con un Barça completamente desacertado y un Anadolu Efes que jugó relajado hasta el 68-102 final. Los azulgrana no tuvieron si quiera el decoro (o la capacidad) de maquillar el resultado.