NBA | NUGGETS 120 - KINGS 118

Isaiah debuta y Jokic gana a los Kings en el último segundo

Un palmeo a falta de tres décimas del pívot serbio da la victoria a los Nuggets. El base hizo su debut con los de Denver con 8 puntos y 2 asistencias en 13 minutos.

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Isaiah debuta y Jokic gana a los Kings en el último segundo
Isaiah J. Downing USA TODAY Sports

Gran partido en Denver entre dos de los equipos más divertidos de la Liga. Los Sacramento Kings se caen de la octava plaza con esta derrota, pero su encuentro es digno de un equipo del playoff y sólo un mal tercer cuarto les privó de una victoria que tuvieron en la mano hasta el último minuto.

Fue en ese parcial (35-22 para los locales) cuando los Nuggets consiguieron darle la vuelta al marcador. Fue además con dos triples consecutivos de Isaiah Thomas, que salió a la cancha al final del primer cuarto por primera vez en la temporada. La grada del Pepsi Center le recibió en pie y con una gran ovación y él dejó algunas muestras de su repertorio en los 13 minutos que estuvo en cancha (8 puntos y 2 asistencias).

Hasta ese tercer parcial el dominio fue visitante, con un Buddy Hield cada vez más empeñado en meter a los suyos en la post temporada y, de paso, intentar llevarse el premio al Jugador Más Mejorado. El escolta jugó otro partidazo (25+5+3) y ha tomado el mando de este equipo, en el que habitualmente le ayudan D'Aaron Fox (15+4+10) y Bogdan Bogdanovic (16+4). Estupendo juego exterior de los californianos a los que ahora se les ha unido Harrison Barnes (19+11+4).

Pero enfrente tenían a una de las fuerzas del Oeste, que últimamente estaban tropezando más de lo recomendable y que tenían a los Thunder en el cogote. No se podían permitir otra derrota y ahora mismo lo mejor en Denver es darle la bola a Nikola Jokic. El pívot serbio firmó un nuevo triple-doble (20+18+11), uno más, y fue el jugador decisivo del partido.

Después de que Hield lo empatase con una buena jugada individual finalizada con una bandeja, Jokic se jugó la última posesión de los suyos con una bombita que se quedó botando en el aro. Pero él mismo fue el más atento y listo de todos los que miraban la jugada de cerca, se fue a por el rebote ofensivo y palmeó con la punta de los dedos ese balón que no se decidía a entrar. Dejó el reloj parado a tres décimas y ahí, a la desesperada, el triple de Buddy Hield no entró.