Harden se aprovecha del colista para seguir asombrando: 44+8+6
James Harden tuvo que emplearse a fondo con sus Rockets para vencer al peor equipo del Oeste, los Suns. Se acerca a la racha de Chamberlain.
Llegaban los Rockets a Arizona con ganas de que el partido que les enfrentaba a los Suns fuera más un trámite que otra cosa. Y fue otra cosa. Mike D'Antoni sigue empeñado en ir a una rotación extremadamente corta, pero tiene más delito si crees que no puedes ampliarla ni contra el equipo que lidera tu conferencia... por la parte baja. Y más con la cuadrilla de jóvenes que tiene Igor Kokoskov en sus manos, con hambre, ganas por hacerlo bien ante rivales de medalla y piernas frescas.
Los Rockets pusieron las primeras piedras en la edificación de su fortín. Fue con Harden distribuyendo y ejerciendo, como se esperaba y como viene haciendo durante toda la temporada, de nuevo o más de MVP que nunca. Sin embargo, Booker y Jackson le atacaban a él en la otra zona y conseguían premio: de los ocho tantos de desventaja a sólo uno en apenas un suspiro.
El partido se resquebrajó en ritmo muy rápido, pero no le fue mal del todo a los Suns. Los locales supieron mantener la cadencia de puntos cuando los Rockets le exigían. A mitad del segundo cuarto, por ejemplo, el equipo texano pegó un buen estirón (46-57, minuto 21). Parecía que ahí podría estar la ruptura, pero no. Cuando volvieron del descanso, más todavía: +20 llegaron a estar los Rockets, 70-90 antes del final del tercer cuarto. A los Suns les quedaba jugar la baza de Ayton, que alguna metió, pero también de la sorpresa: si Jackson se salió y no suele hacerlo con tanta facilidad, también quedaba ver al Oubre más desatado.
A Harden y Paul, que fueron los que mantuvieron la cara y pegaron el golpe final en el último periodo, no se les pudo dar descanso. Tuvieron que echar hasta la última gota de sudor. Ésa fue la gran derrota de este partido, no la de los Suns.
James Harden volvió a reventar la estadística cuando sonó la bocina del final: 44 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias. Lleva ya 27 partidos con 30 o más puntos, a cuatro de la segunda mejora racha de la historia (Chamberlain). Lleva 20 partidos esta temporada de 40 o más puntos, algo que no se veía desde hacía trece años (Bryant).