Los Warriors remontan ante unos Lakers otra vez sin LeBron James
LeBron descansó tras su regreso ante los Clippers y los Lakers se hundieron en un último cuarto en el que estuvieron por delante.
El día de Navidad los Lakers lograron la que fue seguramente su victoria más lustrosa de estos últimos y cochambrosos años: 101-127 en el Oracle Arena, ante unos Warriors superados. La más lustrosa... y la más cara. Algo hizo pop en la ingle de LeBron James y desde entonces el alero ha jugado un partido, el anterior ante los Clippers. Un duelo directo por la cola de los playoffs del Oeste que seguramente los Lakers sabían que necesitaban amarrar. Así que LeBron jugó 40 minutos, prórroga incluida, y descansó (con molestias) en el regreso al Oracle, donde tantas cosas ha perdido en los últimos años. 18 partidos sin jugar de 19 desde Navidad, 6-12 para su equipo. Por entonces, hace poco más de un mes, salieron del duelo en 23-12 los de la Bahía y 20-14 los angelinos. Ahora, 37-15 y 27-26. El efecto devastador de la ausencia de LeBron, que recargó energía (veremos si solo era eso) ante un calendario que se presenta, además, atroz: ahora seis partidos de siete fuera, con cuatro seguidos en el Este, y el único en casa ante los Rockets.
Y no es solo la baja de LeBron, es que parece que no hay partido sin incidencias para los de Luke Walton: sin Lonzo desde hace seis partidos (y lo que queda) cuando el base estaba a su mejor nivel, con Kuzma mermado por un problema de cadera, Hart visiblemente afectado por una tendenitis y desde ahora tal vez sin Zubac, que tendrá que hacerse pruebas en un dedo en el que se hizo daño en el primer cuarto de una derrota previsible pero extraña (115-101) en, tal vez, su última visita al Oracle Arena. Los Warriors empezaron bien (19-6 en seis minutos) y acabaron bien (25-12 en un último cuarto en el que estuvieron por delante los Lakers: 88-89) pero jugaron muy mal, sin energía, todo el tramo central, cuando los Lakers sin LeBron construyeron una casi incomprensible ventaja de diez puntos (71-81).
Después de perder en su pista ante los Sixers, a los de Steve Kerr les olió lo suficiente a chamusquina como para reaccionar, con Iguodala (17 puntos, 3 triples en momentos muy importantes) manteniendo despierto al equipo mientras Stephen Curry se peleaba con las musas: 14 puntos, 12 en el último cuarto, 0/8 en tiros hasta los últimos 7 minutos y una racha de diez puntos casi seguidos a partir de ahí, cuando su equipo se escapó definitivamente. Estuvieron mejor Klay Thompson (28 puntos) y Kevin Durant (21+5+11), DeMarcus Cousins (18+10+4) dejó un mate tremendo ante Zubac y Kerr celebró tras el partido que Michael Malone y el staff de los Nuggets (que acababan de ganar en Minneapolis) vayan como cuerpo técnico desde el Oeste al All Star. Minivacaciones para ellos.
Warriors y Nuggets están igualados en la cabeza del Oeste: 37-15. Por delante tienen a los Bucks, que no pisan el freno (38-13). Les esperan 30 partidos de marcaje para decidir el factor cancha en una hipotética final del Oeste para la que, en todo caso, habría que cortar muchísima tela antes. Sería en unos playoffs que, a la vista del calendario y del estado general de la tropa, están cualquier cosa menos fáciles para unos Lakers que eran cuartos de su Conferencia después del partido de Navidad y que, no hay que olvidarlo, tendrán la vista puesta hasta el jueves en otro asunto (uno con las cejas muy grandes) que se cuece (o no) en Nueva Orleans. A ver qué pasa.