Los Mavericks no tenían casi nada a favor en Detroit: Smith, Jordan y Matthews ya estaban fuera del equipo tras completarse el traspaso con los Knicks por Kristaps Porzingis, Luka Doncic era baja por un problema en el tobillo izquierdo, jugaban un back-to-back... Y se notó, se vio claro que había más de un problema.

El equipo de Dallas, sin embargo, aguantó muy bien el tipo. Sólo en el último cuarto, cuando las fuerzas ya flaquearon, vieron cómo los rivales les pasaba por encima, sólo ahí, lo cual es realmente meritorio.

Harrison Barnes terminó con 27 puntos y 7 rebotes, aunque con 10/24 en tiros, para ser el más acertado de los texanos. Harris (15) y Powell (10) le acompañaron bien. 

Blake Griffin celebró su inclusión en el plantel del All-Star con 24+10. Algo mejor estuvo su compañero en la pintura, Andre Drummond (24+20), que se convirtió en el líder histórico de la franquicia en rebotes ofensivos al superar a Bill Laimbeer. José Calderón jugó 12 minutos y anotó en la única oportunidad que tuvo. 

Los Mavericks sólo han ganado uno de los segundos partidos de un back-to-back, como era éste tras jugar precisamente ayer en N.Y (con quien hicieron negocio).