Los Jazz arrasan Minnesota con 29 puntos de Donovan Mitchell
Los de Utah tienen el segundo mejor balance de la liga en los últimos diez partidos (9-1) sólo por detrás de los Warriors. Ricky Rubio, 18+4+8.
Los Utah Jazz están imparables. Prácticamente todos sus partidos los cuentan por victorias. Exceptuando la derrota en casa ante los Blazers de hace una semana, no pierden un partido desde el 7 de enero en Milwaukee. Cuando todos los pronósticos decían que su calendario era el más favorable de todos los aspirantes a playoffs en el Oeste parecían no equivocarse. Pero no sólo de calendario viven los Jazz. También ganan porque han regresado a su mejor forma y el miércoles, en Portland, tendrán la oportunidad de demostrarlo. Si ganan se quedarían a una sola victoria de la cuarta plaza.
Se dice pronto después de cómo empezaron la temporada. Pero este tren parece difícil de detener ahora mismo. Donovan Mitchell (29+4+5) se ha convertido en el líder que han estado esperando durante los primeros dos meses de competición. La ausencia de Ricky Rubio durante seis le hizo tomar más responsabilidad en labores de creación, de lo que se ha beneficiado claramente el equipo y él mismo. Ahora que el español ha vuelta se escuchaban voces de si sería mejor jugar sin él vistos los resultados.
Ricky ha recuperado su puesto de titular desde el primer momento en que volvió a la pista, pero eso no ha resentido el juego de los Jazz, que siguen funcionando a pleno rendimiento. Mitchell y Rubio se están compenetrando a la perfección. El base español acabó esta noche con 18 puntos, 4 rebotes y 8 asistencias en 30 minutos.
En el otro bando, los Wolves son un quiero y no puedo. Han mejorado claramente desde las primeras semanas, pero no consiguen acercarse de verdad a la octava plaza. Hace dos días casi ganan en Salt Lake City, pero anoche no tuvieron ninguna opción. Esta vez salió el partido bueno de Andrew Wiggins (35+3+4+3), pero entre que Towns estuvo poco protagonista (22+6+7, sólo tiró 10 veces a canasta) y que tienen tres bajas muy importantes (Rose, Teague y Covington) el partido se les hizo muy cuesta arriba.