El base de los Philadelphia 76ers, Markelle Fultz, ha regresa hoy sábado a Philadelphia. Salvo una breve visita en Navidades, el jugador se encontraba en Los Ángeles desde el 6 de diciembre tratándose de la dolencia que le tiene apartado de las canchas desde el 21 de noviembre: el síndrome del desfiladero cervicotorácico.

Ahora parece que el jugador quiere continuar con su recuperación en las instalaciones de la franquicia y supervisado por los servicios médicos del club, después de haber visitado a varios especialistas entre finales de noviembre y principios de diciembre para encontrar la razón de sus problemas en el hombro.

Finalmente fue ese síndrome la explicación, que según contaba su agente Raymond Brothers a la ESPN, afecta a los nervios que van del cuello al hombre impidiendo el correcto movimiento de este último. Un auténtico problema a la hora de lanzar a canasta, como se ha demostrado en Fultz en las dos temporadas que lleva en Philadelphia.

Al parecer, el base se reunió con la directiva de los Sixers antes del partido que jugaban hoy ante los Thunder para comunicarles su decisión de volver a trabajar con el club. Además, también les habría dicho que su intención es volver a jugar antes del final de temporada. Aunque sigue sin haber ninguna fecha para su regreso, parece que la relación entre jugador y franquicia comienza a reconducirse.