Baskonia tuvo una mala puesta en escena. Es verdad que tenía cuatro bajas sensibles y, a última hora, se supo que Voigtmann estaría ausente por gripe. Pero el quinteto inicial era competitivo y no entró en el choque con la mínima prestancia exigible (9-19, min. 7). Herbalife circulaba muy bien el balón y trabajaba de maravilla en el juego interior (Balvin, 12 puntos al descanso).

En el segundo cuarto, KirolBet mejoró en defensa, destacando Marcelinho en la dirección y Poirier en la pintura. En el ecuador de esa entrega, Strawberry fue sancionado con una antideportiva y los locales se acercaron hasta el empate virtual (35-36). Fue cuando Eriksson encadenó dos triples consecutivos y volvió a distanciar a su equipo. Se llegó a poner 7 arriba.

Al descanso Baskonia llevaba 9 robos (provocando pérdidas sobre todo a Magette) y un increíble 15/15 en tiros libres. Herbalife controlaba el rebote y había cargado de faltas a jugadores rivales como Darrun Hilliard (3). Se cumplía, por lo tanto, el tradicional guión de partidos apretados entre ambos contendientes.

Tras el paso por los vestuarios, Herbalife se desfondó. En los primeros 6 minutos de ese tercer cuarto llevaba sólo 2 puntos anotados. Baskonia apretó en defensa, equilibró el rebote, provocó infinidad de pérdidas al rival y, tras ponerse por delante con el 45-44, ya no volvió a perder el timón en el partido. Salvo con el empate a 49, siempre estuvo por delante.

Destacó Huertas con mucha anotación y Diop, presente en todos los apartados: rebote, robos, porcentajes, tapones, intimidación e incluso anotó un triple. También Poirier, que está firmando una temporada fabulosa. La máxima ventaja llegó en el minuto 38 con el 80-60. Siete séniors y Penava acabaron batiendo a Herbalife jugando de menos a más.