La vida da muchas vueltas y no sabes lo que te va a deparar. Eso debió pensar DeRozan al ver acercarse este Spurs-Raptors, que suponía la vuelta de Kawhi Leonard a San Antonio y que todo el mundo hablara de eso y no de que era la primera vez -igualmente, porque compartieron traspaso el pasado verano- que él se enfrentaba al equipo donde había desarrollado toda su carrera.

"Quiero el protagonismo", quiso decir con una de sus mejores actuaciones en la NBA. Tanto que fue su primer triple-doble (21 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias). Sí, ante los Raptors. DeRozan además consigue que los Spurs ganen de nuevo en casa ante los de Toronto, con quienes no pierden allí desde 2007. ¿Traspaso de poder?

Pero Leonard sí tuvo focos. No sólo desde el primer momento, sino desde antes. En la presentación de los equipos, en la que él va situado siempre detrás de Danny Green (otro ex de los Spurs), empezó el abucheo. Cada vez que tocaba el balón el ambiente se cortaba con un cuchillo. Al ir a la línea de personal venía la peor parte, porque iba acompañado de cánticos: "Traidor", le llamaron.

En realidad el partido fue casi más eso que lo que vimos en la cancha. Los Raptors volvían a estar sin Kyle Lowry y se notó, el timón no lo puede coger cualquiera. Al inicio del segundo cuarto perdían por 26 (45-19). Al chorreo de lanzamientos desde la media y larga distancia, del que participaban Forbes y White, se unía un inicio a modo de 'statement' por parte de Gay y DeRozan con mates violentos para caldear todavía más el ambiente en el AT&T Center.

Lavaron un poco la cara los Raptors con cuentagotas. Alguna incursión de Siakam, un Leonard muy acertado en ataque aunque no tanto en defensa, ganchitos de Monroe y balones a Ibaka en media distancia, poco más. Green sí que tuvo una noche complicada: 0/7 en tiros. Fue un querer y no poder para ellos, en ningún momento se acercaron. El encuentro cayó en sentencia muy pronto.

DeRozan consigue el primer triple-doble de un jugador de los Spurs en San Antonio desde que Tim Duncan lo lograra en 2003. Puestos a hacer historia, que sea ante el ex-equipo que te dio de lado y con estos precedentes tan lustrosos.