Los Dallas Mavericks regresaron a casa y se les pasaron todas las penas. Es increíble cómo pueden cambiar tanto los resultados de un equipo de jugar de local (14-3) o visitante (2-14). Con el récord de casa serían segundos de la NBA, sólo por detrás de los Sixers, mientras que con el de fuera serían los últimos. Y no es que jueguen claramente mejor en un sitio que en otro, simplemente están más inspirados en los minutos finales delante de su público. Varios partidos que se les han escapado al final lejos de Dallas los han resuelto en su propia cancha. Hoy fue uno de esos días.

En los últimos ocho minutos no hubo una diferencia mayor de 3 puntos para ninguno de los dos equipos, que se fueron alternando en el marcador hasta que en los últimos 60 segundos apareció Doncic con su sangre fría. El esloveno, que llevaba un mal partido con el lanzamiento (acabó con un 5/13 en tiros y un 0/5 en triples) tuvo que ir dos veces a la línea de personal. Cuatro tiros de los que metió tres. El último fue su único fallo desde esa distancia y dejó la puerta abierta a los Pelicans para forzar la prórroga, pero Davis erró el triples.

Los malos porcentajes de Doncic no son algo novedoso. Lleva ya varios partidos en los que ha bajado su efectividad. Sin embargo, lo está supliendo con los tiros libres. En los últimos ocho partidos promedia más de 10 lanzamientos desde la línea de personal (entre ellos el top-5 de la temporada), lo que se ha traducido en 7,5 puntos por encuentro sólo desde esta distancia. Es evidente que los árbitros le empiezan a respetar y le pitan bastantes faltas, pero también hay que alabar la inteligencia del jugador que, siendo consciente de que no está tirando bien, en lugar de cegarse intentando que le entren los tiros, busca aprovecharse de la superioridad física que tiene con casi todos sus defensores para atacarlos. Algo que no hacía de forma tan habitual en sus primeros partidos.

Más allá de los puntos, Doncic rozó su primer triple-doble en la NBA. Sumó 9 rebotes (cada vez se le ve más implicado en esta faceta) y 10 asistencias. Anoche, sin Dennis Smith ni Brunson actuó de base titular. Su media de la temporada está en 5,1 por partido, pero va en claro ascenso en este apartado, uno de sus fuertes y una de las cosas que le hace ser un jugador especial. En los últimos nueve promedia 7,5 asistencias. Y lo más importante: sólo perdió un balón.

El otro gran protagonista de los Mavs fue Dirk Nowitzki, que jugó sus mejores minutos desde que debutó esta temporada. 7 puntos, 1 rebote, 1 asistencia y 2 tapones en 11 minutos para un jugador que con el partido de ayer se convirtió en el cuarto que más veces ha jugado en la historia de la NBA. 1.477 partidos para el alemán, que superó a Karl Malone y que, si las lesiones le respetan, acabará la temporada en el podio histórico: tiene a John Stockton a 27.

Los Pelicans acumularon su quinta victoria seguida y no paran de hundirse en el fondo del Oeste. No están descartados de playoffs porque la igualdad en la conferencia no permite de momento que haya un abismo entre ellos y la octava plaza, pero los cuatro partidos que le sacan Houston y San Antonio empiezan a parecer insalvables. Anthony Davis sigue haciendo lo que se le exige (32+18), Jrue Holiday no abandona el modo All Star (25+5+6) y Julius Randle sigue aportando al mejor nivel que se le podía suponer (23+4+3). Pero el equipo no funciona y, aunque falten Mirotic y Peyton, ahora mismo parece difícil ver la manera de dar la vuelta a esta situación.