A la espera de que la operación más surrealista de los últimos años en la NBA se complete, los Washington Wizards se dieron una alegría al vencer a Los Angeles Lakers (128-110) y cortaron así una racha que ya llegaba a las cuatro derrotas consecutivas. Los de la capital no dieron opción alguna a unos angelinos que llegaban tras el duelo frente a Charlotte Hornets y los triples-dobles de Lonzo Ball y LeBron James. Ninguno de los dos tuvo su mejor día en Washington.

Lonzo firmó 10 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 3 robos. Mientras, James llegó solo a los 13 tantos, 6 capturas y 3 pases de canasta. Es su anotación más baja de la temporada. La segunda vez este curso que no llega al menos a los 15 puntos. No todas las noches pueden ser fiesta para un Rey que vio como su equipo ya perdía de casi 30 puntos a tres minutos del final del tercer cuarto (91-65).

John Wall si estuvo a la altura. El base de los Wizards sumaba ya al descanso 28 tantos, 3 rebotes y 8 asistencias. Eran seis puntos que los que habían conseguido James, Ball, Tyson Chandler, Kyle Kuzma y Josh Hart, el quinteto titular de los Lakers. Acabó con 40+6+14. Es la quinta vez en su carrera que llega a los 40 o más puntos. Solo Gilbert Arena y él han logrado varios partidos con 40 o más tantos y 10 o más asistencias en la historia de la franquicia. Casi nada para un jugador al que se le está cuestionando su capacidad de liderazgo sobre un equipo que temporada tras temporada no alcanza su tope.