NBA | HORNETS 100 - LAKERS 128
Triple-doble de LeBron y Lonzo para que los Lakers disfruten
Los Lakers vencieron con mucha claridad y con un juego muy vistoso. James y Ball sacaron provecho de la débil defensa de los Hornets.
¿Los Lakers, el equipo que ya siempre se asocia al 'showtime', en casa de Jordan? Pues tocó hacer honor a los apellidos. El equipo de Los Ángeles sacó de Charlotte una victoria valiosa en peso y, sobre todo, en sensaciones: ganaron a los Hornets por 100-128.
Si hablamos de historia, ponemos a LeBron James (24+12+11) y Lonzo Ball (16+10+10) en un pedestal. Ambos llegaron al triple-doble en el mismo encuentro, algo que en los Lakers no se conseguía desde que 'Magic' Johnson y Kareem Abdul-Jabbar eran compañeros. ¿Más historia que eso?
Ambos estuvieron muy bien en el encuentro, como es lógico viendo los números, pero Ball se destapó con movimientos muy de su compañero-estrella: fuerte al aro, eléctrico al contraataque y secando a su par en defensa. A Kemba Walker, una de las sensaciones de esta primera parte de la temporada, le dejó en 1/11 cuando fue defendido por el '2' de los Lakers. Varios mates suyos acapararon los resúmenes del partido y no era para menos. Puso al partido un ritmo vertiginoso, llevando al límite durante casi todo el encuentro (la parte que necesitaron) a unos Hornets que se vieron impotentes ante tanta fantasía.
Los visitantes empezaron amenazando por arriba con JaVale McGee y ya no quisieron bajar. Funcionó la estrategia con Chandler también, pero si querían sacar el balón dentro tenían a Kuzma, Stephenson o Mykhailiuk, incluso a un LeBron que probaba desde muy lejos y también acertaba. Los jóvenes exteriores de los Hornets, en honor a Monk, Bridges y Lamb, intentaban hacer jugadas de mérito, pero era con un soporte únicamente individual con el que poco recorrido hicieron.
El tercer cuarto fue el horror para los locales, que recibieron un parcial total de 17-40. La imagen era paupérrima si tenemos en cuenta que los Lakers estaban haciendo ya jugadas como si estuvieran en un partido de All-Star y la defensa no fuera algo que estuviera en los escritos. Stephenson hacía disfrutar al espectador con excentricidades, que tampoco están de más en partidos ya decididos.
Los minutos de la basura sirvieron para que Willy Hernangómez apareciera con algunas canastas y para dar cabida a Wagner, Bonga y Zubac, que pudieron aportar algo a sus Lakers.
El cuadro de púrpura y oro ya tiene las mismas victorias que derrotas fuera de casa y sólo ha perdido dos de sus últimos nueve partidos. Parece que todo empieza a ir viento en popa en L.A.