Los San Antonio Spurs parece que van dejando atrás su semana del terror, en la que fueron zarandeados por varios equipos, llegando a perder hasta tres veces por más de 30 puntos. Después de ganar a los Lakers, algo que no puede decir mucha gente ahora mismo, han hecho lo propio con los Jazz, a los que han igualado en la clasificación. Ambos están 13-14, a un partido y medio de la octava plaza.

La victoria la cimentaron gracias a sus tres jugadores principales. Cuando se junta un buen día de DeMar DeRozan, LaMarcus Aldrige y Rudy Gay, los de Popovich suben muchos enteros. Y eso fue lo que les pasó anoche. Entre los tres sumaron 69 puntos, 27 rebotes y 11 asistencias. Y sin meter un solo triples (tiraron dos nada más). A ellos se les sumó está vez Bryan Forbes (15+5+3), muy acertado con el tiro.

Los Jazz son uno de los equipos más frustrantes del año. Nunca se han llegado a descolgar de la lucha por los playoffs (nadie lo ha hecho en el Oeste salvo los Suns) pero tampoco son capaces de enlazar una racha realmente convincente. Después de ganar a los propios Spurs hace cinco días y a los Rockets el jueves, esta noche tocó pinchar en hueso. Fueron todo el partido a remolque, en ocasiones a bastante distancia, y aunque rozaron la remontada al inicio del último cuarto, les fallaron las fuerzas al final.

Desde el punto de vista del aficionado español, el partido al menos dejó un gran día para Ricky Rubio, que acabó con 26 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias. Fue el segundo máximo anotador, sólo superado por Donovan Mitchell (27). El problema es que más allá de ellos dos no hubo nadie más con el día inspirado en ataque. Gobert se quedó cerca del triple-doble (12+8+7) y nada más. Muy poca cosa incluso ante los Spurs más errantes en décadas.