LeBron James y los Lakers dejan escapar un +15 en San Antonio
Tremendo último cuarto de los Spurs, que cierran en 3-1 la serie ante los Lakers en temporada regular. LeBron James, de más a menos.
Después de caer en el Staples y verse 11-14, algo inaúdito en la era Popovich, los Spurs sujetaron a los Lakers (133-120) y evitan que se haga mayor la brecha (15-10) con respecto a uno de los equipos que ocupan puesto de playoffs en el Oeste, donde no están ahora, y se hace rarísimo, los texanos, que cierran serie contra los angelinos en 3-1. Cuatro duelos ya, un empacho, en el primer tramo de la temporada, y todos resueltos en el último cuarto y con vuelcos tremendos en el marcador. Y en tres, cara para los Spurs.
Fue un recordatorio para los Lakers: no les sobra nada si no están a su mejor nivel, y menos todavía sin Rajon Rondo y ahora también sin Brandon Ingram, lesionado después de una fea acción de LaMarcus Aldridge en el anterior duelo. Con la rotación corta y tocada en defensa (Ingram solo ha jugado cinco minutos totales en los cuatro partidos contra los Spurs), los Lakers recibieron en el último cuarto un tremendo 44-21 que recuperó a unos Spurs que habían ido casi todo el partido a remolque. Primero el trabajo de la segunda unidad (14+8 de Poeltl, 13 puntos con 4 triples de Bertans) apretó el marcador (89-101 en el inicio de ese último parcial) y después DeMar DeRozan sacó el estoque: acabó con 36 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias... y con 18 tiros libres lanzados (14/18) por 21 en total de los Lakers.
La defensa, la clave de los últimos buenos resultados, no estuvo nunca a gran nivel (se nota mucho la baja de Ingram), y volvió a sufrir especialmente contra quintetos que abren mucho la pista, como esos Spurs con mucha segunda unidad. Mal también en transición, dando mucho aire al rival, los Lakers se ahogaron mientras iban perdiendo el ritmo en ataque poniéndose en manos de aclarados para un LeBron James a los que los árbitros dieron el tratamiento opuesto a DeRozan. Con el tiro exterior también colapsando, acabaron arrasados en un partido que parecieron tener controlado, sobre todo en el primer tiempo, en el que llegaron a un 54-69 antes del 68-72 final. LeBron pasó por el descanso en 24+7+8 y acabó con 35 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias. Kuzma terminó con 27 puntos y 8 rebotes y Lonzo jugó buenos minutos (13+4+11), pero los Lakers no tuvieron cuajo en el momento decisivo ante un rival que les ha sacado de quicio en este inico de temporada (tres de sus diez derrotas han sido ante ellos). Y perdieron, antes de (sufrido back to back) viajar esta noche a esa trituradora de almas que es la pista de los Grizzlies. Sin Rondo ni Ingram, claro.
Los Spurs se dieron un gustazo y evitaron lo que hasta el inicio de último cuarto apuntaba a otra derrota muy fea. DeRozan y el banquillo (importantes también los puntos de Mills) compensaron el día discreto (otro más) de LaMarcus y esta vez también de Rudy Gay. Los Spurs necesitan victorias, sobre todo y ahora mismo, para no perder el tren en el Oeste. A partir de ahí, tal vez encuentren nuevas soluciones pero, de momento, tienen que ir sumando. Y esta vez lo hicieron con, buena energía, un último cuarto en el que arrollaron a LeBron y sus Lakers. Algo es algo.