Entre los premios que se dan a final de la temporada regular de la NBA (MVP, Rookie del año, jugador defensivo, sexto hombre, entrenador, etc.), hay uno que suele despertar menos interés que cualquiera de los demás. Es el de jugador más mejorado. Se entrega desde la temporada 1985/86 y reconoce al jugador con mayor progresión en respecto a la temporada pasada.

Hay varios datos curiosos sobre este premio. Sólo dos jugadores con este galardón han conseguido ganar algún anillo a lo largo de su carrera: Boris Diaw y Kevin Love. Cinco jugadores no estadounidenses se lo han llevado ya: Gheorghe Muresan, Boris Diaw, Hedo Turkoglu, Goran Dragic y Giannis Antetokounmpo. Y las franquicias con más ganadores a lo largo de estos 32 años han sido los Orlando Magic y los Indiana Pacers (el año pasado fue para Oladipo), con cinco cada uno.

Ahora mismo hay varios nombres que ya destacan por encima del resto en las primeras listas de favoritos al premio. Algunos con más fuerza que otros, pero todos con motivos para soñar con unir su nombre al del resto de ganadores. En este artículo destacamos a nueve que, a nuestro juicio, tienen ventaja sobre el resto. Y un décimo como homenaje de lo que estaba haciendo y una inoportuna lesión cortó de raíz.

Paskal Siakam (Toronto Raptors, 1º del Este)

29,9 minutos, 14,8 puntos, 63,3% tiros de campo, 6,4 rebotes, 2,6 asistencias, 1,1 robos

Es sin duda el máximo favorito si el premio se entregase hoy. En gran parte por el récord de su equipo, el mejor de toda la liga. Pero ese récord sería imposible sin su aportación. Nick Nurse decidió deshacer la pareja interior que formaban Ibaka y Valanciunas, que ahora se reparten la mayoría de los minutos. El hueco del que no juega se lo ha llevado Siakam, que entraba en alguna de las quinielas para este premio, pero que está superando todas las expectativas. Está jugando 9 minutos más por partido metiendo el doble de puntos y cogiendo 2 rebotes más. La mejora en el lanzamiento ha sido brutal. Ha pasado de un 50,8% en tiros de campo a un 63,3%, de un 22% en triples a un 33,3% y de un 62% en tiros libres a un 78,2%.

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Montrezl Harrell (Los Ángeles Clippers, 2º del Oeste)

25,8 minutos, 16,5 puntos, 65,1% tiros de campo, 7,2 rebotes, 1,5 asistencias, 1,7 tapones

El mayor impedimento para que Harrell se lleve este premio es que también opta al de mejor sexto hombre, probablemente con más fuerza aún, y está claro que los dos no le van a dar. Pero por números sería de lo más justo. 9 minutos más por partido, 5,5 puntos más lanzando 2 tiros de campo y más del doble de tiros libres que la temporada pasada manteniendo los porcentajes. Además coge 3 rebotes y pone 1 tapón más cada vez que salta a pista. Y, por supuesto, es pieza clave en la que hasta ahora es la mayor sorpresa de la temporada: la impresionante temporada de los Clippers. Él es, por encima de Lou Williams (nombrado mejor sexto hombre hace unos meses) la primera fuerza motora del banquillo de su equipo.

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JaVale McGee (Los Ángeles Lakers, 5º del Oeste)

24,1 minutos, 12,1 puntos, 62,5% tiros de campo, 6,4 rebotes, 2,7 tapones

He aquí un jugador que hace unos años parecía perdido para la causa, que los Warriors le recuperaron para un papel muy concreto y que los Lakers le han devuelto a la primera línea de la competición. Porque JaVale McGee es una pieza clave de los mejores Lakers en años. Y eso que desde que trajeron a Tyson Chandler ha visto reducidos sus minutos drásticamente, algo que necesitaba como el comer (estaba jugando más de 30 por partido y llegaba fundido a los minutos finales). Ahora tiene una media total de 24,1, pero sigue rindiendo a un nivel altísimo. En ataque mete el triple de puntos que en los campeones el año pasando, tirando más del doble de tiros de campo y tiros libres. En defensa, el triple de rebotes y casi el triple de tapones. De hecho es el segundo máximo taponador de la liga empatado con Anthony Davis y muy cerca del líder, Whiteside.

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Domantas Sabonis (Indiana Pacers, 5º del Este)

24,8 minutos, 14,5 puntos, 64,4% tiros de campo, 7,7 rebotes, 3,3 asistencias

Uno de los casos más llamativos de esta lista. El hijo del mítico jugador lituano está jugando lo mismo que hace un año (24,5 por 24,8 minutos), pero su crecimiento ha sido exponencial. Son 2,9 puntos, 2,2 rebotes y 1,3 asistencias más. Y ha mejorado su porcentaje de tiro de campo un 13%. Incluso desde el perímetro, lo poquísimo que ha lanzado su progresión ha sido tremenda. De un 35,1% a un 83,3%. Nate McMillan aún no se ha atrevido a darle la titularidad indiscutible y Sabonis no parece que le importe. Pero jugando a este nivel da miedo pensar lo que podría hacer con más de 30 minutos sobre la cancha. Y es probable que no tardemos muchos meses en verlo.

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De'Aaron Fox (Sacramento Kings, 9º del Oeste)

32,7 minutos, 17,3 puntos, 45,9% tiros de campo, 4 rebotes, 7,5 asistencias, 1,4 robos

A partir de aquí empiezan los jugadores que están en equipos con récords rondando el 50% o por debajo. Aunque es cierto que para este premio no se tiene tan en cuenta la clasificación final como en otros. En el caso de De'Aaron Fox, el hecho de que los Kings estén 11-11 sólo puede verse como un éxito rotundo tras años de penitencia por el fondo de la clasificación. Y Fox es con mucho unos de los grandes motivos. El base de segundo año está demostrando lo que en su temporada de rookie no fue capaz. Que tiene la capacidad de hacer jugar a un equipo. A diferencia de Dennis Smith Jr. (que ahora mismo destaca más por sus cualidades defensivas) o Colin Sexton (que se ha destapado como un anotador más que como un constructor de juego), Fox está llevando el peso de crear las jugadas en un equipo claramente al alza. Juega 5 minutos más que el año pasado y, menos en los tiros libres, ha mejorado en todo. Ha aumentado sus prestaciones en 5,7 puntos, 4,7% en tiros de campo lanzando 2,3 más, 6,6% en triples tirando 0,9 más, 1,2 rebotes, 3,1 asistencias y 0,4 robos.

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Derrick Rose (Minnesota Timberwolves, 10º del Oeste)

29,3 minutos, 18,4 puntos, 49,8% tiros de campo, 48,7% triples, 3,1 rebotes, 4,4 asistencias

El nuevo renacido. De lo poco que ha funcionado como un reloj en Minnesota antes y después del traspaso de Jimmy Butler. Los datos comparados con los del año pasado son escandalosos. Simplemente el hecho de que esté jugando casi 30 minutos por partido ya es una buena noticia. Pero que lo esté haciendo al nivel actual es una noticia de la que se alegra cualquiera al que le guste el baloncesto. Recordemos que estamos hablando de un MVP de la NBA al que las lesiones parecían haber destrozado su carrera, una de las más prometedoras de siempre. Si comparamos lo que está haciendo este año con aquel 2011 es cuando nos damos cuenta de la verdadera dimensión de lo que está haciendo Rose. Jugando 7 minutos menos que entonces  lleva 18,4 puntos por 25 el año del MVP, 4,4 asistencias por 7,7, 3,1 rebotes por 4,1 y, aquí viene los más impresionante, lanza un 5,3% mejor en tiros de campo y un ¡15,5% mejor en triples! Es sexto de la liga desde esta distancia, algo que no se había visto nunca en su carrera.

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Nikola Mirotic (New Orleans Pelicans, 11º del Oeste)

31,5 minutos, 18,9 puntos, 46,5% tiros de campo, 36,4% triples, 10 rebotes

Ha desaparecido un poco en las conversaciones sobre el premio por dos razones: el inicio fulgurante, tanto suyo como el de su equipo, se han ralentizado bastante. Lejos quedan ya las exhibiciones de 140 puntos de unos Pelicans líderes invictos y los partidos de 30 de Mirotic, jugando sus mejores minutos desde que llegó a la NBA. Pero, a diferencia de otros años, el bajón del jugador hispano-montenegrino no ha sido tan pronunciado como otras temporadas y está siendo capaz de hacer números más que decentes casi todas las noches. El mejor ejemplo es que ahora mismo promedia un doble-doble (18,9 puntos y 10 rebotes), tirando bastante bien desde todas las distancias. En comparación con los partidos que jugó el año pasado en los Pelicans apenas ha aumentado sus minutos (2,4 más por partido), pero mete 4,3 puntos y coge 1,8 rebotes más.

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Josh Richardson (Miami Heat, 10º del Este)

35,2 minutos, 20,3 puntos, 41,3% triples, 4 rebotes, 3,2 asistencias

El escolta es ya casi todos los días la principal arma ofensiva de los Heat. Y eso se ha notado en su volumen de tiros: +5,7 tiros de campo y +2,5 tiros libres por partido sobre la 2017/18. Aunque si nos fijamos en los porcentajes, donde en realidad ha mejorado más claramente es en los triples. De 37,8% a 41,1%. Todo esto se traduce en que mete 8,3 puntos más en un equipo que necesita como el comer su aportación ofensiva. Aún no se le puede considerar una estrella de la liga, pero parece que tiene intención de tomar ese camino. Si es capaz de meter a los Heat en la post temporada tendrá algo que decir en la discusión sobre el jugador más mejorado del año.

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Zach LaVine (Chicago Bulls, 14º del Este)

35,9 minutos, 25 puntos, 87,3% tiros libres, 5,3 rebotes, 4,7 asistencias

Con un récord de 5-19 es difícil argumentar que un jugador de dicho equipo pueda optar a algún premio. Quizá el rookie del año, puesto que suelen jugar en los peores equipos de la liga, pero no mucho más. Sin embargo, a Zach LaVine no hay que descartarle del todo porque los números que está haciendo, sobre todo en ataque, son una barbaridad. Está en 25 puntos por partido, el décimo de la liga. Y porque ha rebajado un poco la producción con la que empezó la liga, cuando estaba en una pelea total por el primer puesto. Tira 4,9 veces más que el año pasado y lo hace con una mejora del 5,5%. También en los tiros libres se ha visto su progresión: +2,3 por partido con un aumento en la efectividad del 6%, hasta quedarse muy cerca del 90%. También ha mejorado en rebotes (+1,4) y en asistencias (+1,7).

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*Caris LeVert (mención especial)

27,7 minutos, 18,4 puntos, 47,5% tiros de campo, 4,3 rebotes, 3,7 asistencias, 1,2 robos

Mención especial para este jugador que era la punta de lanza de un equipo que hasta la jornada 14 estaba peleando con todas las de la ley por entrar en playoffs. En aquel partido ante los Wolves se dislocó el tobillo derecho (en directo pareció mucho más grave) y, aunque parece que podrá volver en algún punto de esta temporada, ya está claro que se va a perder la mayoría de ella. Por tanto su candidatura al jugador más mejorado es imposible. Pero los números que dejó hasta la lesión le ponían prácticamente en cabeza. Jugando apenas 1,4 minutos más por partido que la temporada pasada promediaba +6,3 puntos, +4,2 tiros de campo y +0,6 rebotes, tirando un 4% mejor. Si la lesión no le afecta demasiado (y no debería) ha demostrado ser un jugador que dará mucho que hablar en el futuro inmediato.

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