Los Hornets se esforzaron para nada en OKC. Llegaron donde querían, a tener a los Thunder en la palma de su mano cuando habían estado abajo más de dos cuartos, pero fallaron en el momento decisivo de una forma desastrosa. Un tiro en el pie ante la posibilidad de cortar la buena racha de un equipo que, si bien no es rival directo por la diferencia de conferencias, siempre es candidato a grandes cosas.

El partido fue apretado hasta el segundo cuarto. Russell Westbrook (30 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias) se puso el disfraz de jugador decisivo y desbordó con facilidad a sus defensores una y otra vez para sacar las primeras ventajas relevantes justo cuando el encuentro iba de camino al parón de la media parte.

Doce fue la mayor ventaja de los locales (75-63, minuto 28) y a partir de ahí a los de James Borego, que no contaban con Willy Hernangómez por molestias en el tobillo, fueron hacia arriba. Pese al buen partido de Deonte Burton, jugador con contrato dual de los Thunder, el equipo de Oklahoma City cayó en la relajación y los Hornets llegaron para ganar.

Se pusieron a uno a falta de 37 segundos con un triple de Marvin Williams, 105-104. Los Thunder fallaron su ataque y los Hornets, por avaricia o no se sabe qué, antepusieron el tiro de tres al de dos. El fallo se repitió después de que Westbrook convirtiera los lanzamientos desde el 4,60. Primero Williams y luego Walker erraron desde el triple las dos opciones para ganar y/o empatar.

Los Thunder han ganado 12 de los últimos 14 partidos que han jugado. Los Hornets, por contra, están al 50% (9-9).