Milagro de Kyrie y los Celtics para evitar el ridículo en Phoenix
Partidazo del base, prórroga incluida, para salvar a unos Celtics que perdían de 22 en el primer tiempo y de seis a falta de 43 segundos.
Igor Kokoskov, que para algo es el primer head coach europeo en la NBA (aunque lleva en Estados Unidos media vida) no daba crédito después del partido. Los Suns, que ahora están 2-9, tenían casi hecho un gustazo de victoria ante los titubeantes Celtics de este inicio de temporada, que venían remontando y echando espumarajos por la boca como tantas veces en la era Stevens, que vivió tal vez sus peores minutos en una primera parte bochornosa (55-35, techo en 48-26) en la que Kyrie Irving (13) fue el único titular que anotó. El resto, 0/15 en tiros.
Kokoskov, decía, aseguró después del partido que había ordenado a sus jugadores hacer falta con 100-97 y en la última posesión de unos Celtics que perdían 98-92 a 43 segundos del final. A partir de ahí los Suns fallaron un tiro libre, perdieron un balón y recibieron 8 puntos, el último triple de Marcus Morris casi sobre la bocina y después de que nadie hiciera esa falta que el entrenador había ordenado para evitar el triple que finalmente llegó. De ahí se aterrizó en la prórroga con Kyrie embalado y la certeza anidada en todas las cabezas de que los Celtics no habían remontado un partido imposible para perder en el tiempo extra. O casi imposible: la posibilidad matemática era de un 99,7% para los Suns casi en el ecuador de un último cuarto al que se llegó en 92-76.
Desde ahí, once minutos de juego real y 17-40 para los Celtics, con un Kyrie que entre el último parcial y la prórroga sumó 18 puntos y 5 asistencias. Acabó en 39 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Apoyado por el trabajo de Horford, una muy buena segunda parte de Jaylen Brown (17+6 final) y otro buen partido de Marcus Morris (17+8), en silencio uno de los mejores jugadores en este inicio de temporada de los Celtics en el que están lejos de su mejor nivel Gordon Hayward (en fase de reinserción todavía) y sobre todo un Jayson Tatum que esta vez sumó 4 puntos con un 1/7 en tiros. En los últimos tres partidos, 33 puntos con 32 tiros. Lejos de la eficiencia con la que maravilló como rookie.
Los Celtics, después de las dolorosas derrotas ante Pacers y Nuggets (dolorosas pero asumibles) evitaron un bochorno y un patinazo que hubiera generado algún debate. Temprano... pero debate. Los Suns de la triste figura jugaron al menos una muy buena primera parte, pero llevan ya nueve derrotas en diez partidos. Y es imposible no preguntarse cuándo ganarán si no cerraron este duelo que tenían tan masticado. Booker anotó 38 puntos, Warrren 29 y DeAndre Ayton terminó con 14 puntos y 10 rebotes. Pero de momento hay muy poco rastro de lo que tendría que haber sido un equipo todavía no competitivo pero sí divertido y con hechuras interesantes de cara al futuro. Ni Ariza y Anderson son las estabilizadoras presencias veteranas que se pensaba ni buena parte del núcleo joven está por ahora a la altura y, si Bender está ya casi desahuciado, conviene empezar a preocuparse por Josh Jackson. El camino es todavía muy largo y muy duro en Arizona.