JAZZ 111-RAPTORS 124

Ricky se atasca (1/10), los Jazz no carburan y los Raptors despegan

El peor arranque de los Jazz en su pista desde que juegan en Salt Lake CIty. Los Raptors, todavía sin Kawhi y en back to back, ganaron fácil.

Los Raptors se quedaron sin Kawhi Leonard en plena gira por el Oeste y lo han aprovechado para reafirmar sus extraordinarias (realmente extraordinarias) sensaciones en este arranque de la era Nick Nurse: después de pasar el rodillo por el Staples ante su némesis, LeBron James, y en back to back y otra vez sin Kawhi, arrasaron también a los Jazz (111-124). Un triunfo tremendo en la que debería ser una de las pistas más calientes de la liga. Sólo debería: 0-4 para los Jazz en su pista, el peor inicio desde que están en Salt Lake City y algo que solo les había sucedido en 1974, en sus primeros pasos y todavía en Nueva Orleans. Y un muy preocupante 4-6 total que contrasta con el luminoso 10-1 de los Raptors, ahora mismo un equipo con todas las hechuras de aspirante al anillo.

Si los Raptors no tenían a Kawhi, los Jazz jugaron sin Donovan Mitchell (problemas en un tobillo). Y si los canadienses tenían que acusar el cansancio del back to back, solo lo hicieron de salida, cuando las manos rápidas de los locales en los robos les permitieron ponerse 12-5. Pero el partido se resolvió en un cuarto de tiempo real: 42-35 antes del ecuador del segundo cuarto, 57-77 sin llegar al del tercero, un parcial de 15-42 en el que los Raptors encadenaron posesiones productivas a un ritmo alucinante. En cuanto no perdieron balones, destrozaron a una defensa de los Jazz que por ahora está a años luz de donde la esperábamos. También un ataque mucho menos organizado de lo que tendría que ser, y más sin Mitchell en pista. Con un 44% en tiros, un 8/31 en triples y por debajo del 70% en tiros libres, los Jazz están muy lejos de ser la alternativa en el Oeste con la que se contaba.

Loss Jazz ni siquiera pueden sacar alguna buena noticia de un partido en el que finalmente fueron arrollados (70-94 a catorce minutos del final) y en el que Joe Ingles firmó un 3/13 en tiros y se dislocó un dedo y Ricky Rubio dio 9 asistencias pero se quedó en 8 puntos con un terrible 1/10. Solo Burks desde el banquillo (22 puntos) arregló su estadística para un equipo que llegó siempre tarde en defensa: Gobert no fue un factor y ni Favors ni Crowder pudieron contener a Siakam, que sigue siendo un dolor de cabeza para los ala-pívots rivales y que apunta a aspirante a Jugador Más Mejorado y, tal vez, all star en un futuro no muy lejano.

La producción coral de los Raptors, un excelente equipo en conjunción y ejecución, fue el testamento de un triunfo brillante: 16+7 de Siakam, 17 de Anunoby, 17+7+11 asistencias de Kyle Lowry, 17 de Ibaka sin fallo (8/8, 23/25 en sus últimos dos partidos), 17 y 6 asistencias de VanVleet, buenos minutos de Monroe... Ahora mismo, hay un mundo entre estos Raptors que marchan a toda máquina y unos Jazz terriblemente dubitativos que no encuentran las señas de identidad que les deberían hacer temibles. Y el Oeste, ya se sabe, no perdona. Veremos.

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