LeBron y su némesis se unen en la primera victoria de los Lakers
Lance Stephenson completó un partido casi perfecto ante los Suns (23+8+8 en 25 minutos). LeBron acabó con 19+7+10.
Quién lo iba a decir en cualquiera de las últimas diez temporadas. Que LeBron iba a jugar en los Lakers, que Lance Stephenson iba a ser su compañero y que los dos se iban a complementar para dar la primera victoria de la temporada a los angelinos. Eso fue lo que pasó en Phoenix, ante un equipo con muchísimo futuro al mismo tiempo que con todo por hacer en el presente. Era el primer día en que los Lakers podían sentirse superiores antes de salir a la cancha y lo demostraron.
Por primera vez esa mezcla de veteranos y jóvenes funcionó, y tuvo un protagonista muy especial. El bueno de Lance, que tan malos ratos le ha hecho pasar a LeBron a lo largo de su carrera, salió desde el banquillo para convertirse en el máximo anotador del partido en sólo 25 minutos. Acertadísimo en el lanzamiento (10/14) hizo absolutamente de todo. Sus 8 rebotes y 8 asistencias (una espectacular contra tablero a Lonzo en un contraataque), lo demuestran.
LeBron James está claro que se está tomando esta temporada con más relajación de lo normal. Eso no quiere decir que no juegue con intensidad. Cualquier cosa que sea relajarse mínimamente ya será más que el nulo relajo al que nos tenía acostumbrados prácticamente desde que debutó. En los Lakers sigue siendo el jefe, como lo ha sido toda su vida, pero delega más que nunca. Anoche acabó con 19 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias. Un partidazo para el 99,9% de los mortales. Un día más en la oficina para el Rey.
Estos Lakers, de momento, no quieren depender sólo de él, y para muestra los siete jugadores en dobles dígitos: además del propio LeBron y Lance, McGee (20), Kuzma (17), Hart (15), Caldwell-Pope (14) y Lonzo (12). Un partido muy coral de los los de púrpura y oro ante un rival con muchas cosas que mejorar.
Tampoco se puede decir que sea sorprendente ver a los Suns perdiendo partidos de esta manera. Más allá del hype que se formó con sus jóvenes, seguimos hablando de uno de los peores equipos de la liga, que sólo ha ganado a los Mavs, que es el quinto con menos anotación de y que, en definitiva, aún le queda mucho camino para ser alguien realmente importante. Eso sí, los mimbres los tiene. Sobre todo dos, que cada día que pasa tienen más aspecto de futuras estrellas. Devin Booker (23+7+7) y DeAndre Ayton (22+11) sólo necesitan tiempo para hacerse y compañeros que sumen. En cuanto tengan eso, el cielo parece su límite.