Los Lakers cuajaron un gran partido en su cancha, pero ni consiguiendo forzar la prórroga cuando lo tenían perdido ni luego aguantando en ella cuando lo tenían ganado se llevan la victoria. Los Spurs, que siguen en cuadro, sufrieron a estos nuevos Lakers y capearon el temporal como pudieron, llevándose una valiosísima victoria del Staples Center por 142-143 tras un tiempo extra.

Popovich metió a Aldridge como único interior al principio del partido y eso le dio mucho ritmo a su equipo, que no paró de anotar en los primeros minutos hasta llegar a los 40 puntos al término de cuarto inicial. Eran ya catorce de ventaja, pero Josh Hart volvió a ser un factor diferencial para cambiar la tendencia. Junto a Kyle Kuzma, otro de los sophomores de los Lakers, le dieron un vuelco al marcador en el segundo periodo para ponerlo todo en tablas ya en la segunda mitad.

El buen hacer de Mills, obligado a estar más minutos en la cancha, y los fogonazos de Belinelli se unían a un LaMarcus Aldridge tremendamente consistente ante McGee, al que desquició y que acabó el partido con seis faltas, para dar un arreón que parecía definitivo. Los Spurs sacaron ventaja tras el 105-105 (minuto 40) y con ella jugaron hasta ponerse con +8, 120-128, a falta de 1:10 con dos rebotes ofensivos que parecían sentencias del citado Aldridge.

El espíritu de los Lakers es realmente palpable a día de hoy, no como en los últimos años, y se sintió en el Staples cuando llegó el 8-0 de parcial con el que forzaron la prórroga. Un triple esquinado de Kuzma, autor de 37 puntos, daba paso a uno de LeBron James (ejecutado con la frialdad de quien sabe que lo va a meter) desde nueve metros que abocaba el encuentro a estirarse al menos cinco minutos más.

Y la eliminación de McGee daba paso a Johnathan Williams, un novato que iba a ser otro de los protagonistas. Con él, primero con un buen tapón, luego con una canasta en pick&roll y más tarde con la lucha en el rebote ofensivo para darle otra posesión a su equipo, se erigió la sorpresa que Popovich no vio venir. Pero tampoco valió. Después de un triple esquinado de Lonzo Ball los Lakers jugaban con una horquilla de 4-6 puntos a favor. En el último minuto Forbes, con una acción rápìda, y Gay, con un triple, se dejaban de juegos. Era el momento de ganar el partido y a LeBron James, que había esperado este momento y lo había fomentado con otra gran actuación (32 puntos, 8 rebotes y 14 asistencias), le tembló la mano. El '23' falló dos tiros libres y en la última jugada, tras el tiro de Patty Mills que daba la ventaja a San Antonio, erró el lanzamiento final para dar carpetazo a otra derrota de su equipo, la tercera.

Por su parte, Pau Gasol jugó 18 minutos en este partido en los que logró 9 puntos frente a su ex-equipo.