Semanas antes de la celebración del draft 2018, Mo Bamba se presentó al draft combine de la NBA celebrado en Chicago batiendo récords con sus 240 centímetros de envergadura. Con 2,16 de altura, los Magic se decantaron por este pívot formado en la Universidad de Texas con el número 6.

Un jugador contrario a la mayoría de sus compañeros de promoción. En vez de destacar por sus cualidades ofensivas (tiene potencial, pero aún le queda mucho trabajo por delante para marcar diferencias en las zonas NBA), Bamba destaca por sus cualidades defensivas. Excelente protector del aro, pero también capaz de tener un impacto en el perímetro gracias a un notable desplazamiento lateral. 

No obstante, y a la espera de su debut como profesional el próximo mes de octubre (cada vez queda menos para que la NBA vuelva a nuestras vidas), ha llamado la atención una reciente fotografía que circula por las redes. En ella, se aprecian unos importantes músculos en sus brazos que hace unos meses no estaban allí. El rookie se está preparando para convertirse en una auténtica roca.