Jason Kidd: "Gary Payton me hacía llorar, quería retirarme..."
"...Mis padres me preguntaba que qué me pasaba. Había lágrimas", asegura el base en referencia a sus primeros duelos contra Payton.
Jason Kidd es el segundo máximo asistente de la historia de la NBA, solo por detrás de John Stockton. Es tercero en triples-dobles (107) por detrás de Oscar Robertson y Magic Johnson y con Russell Westbrook ya en los talones (104). Destinado al Hall of Fame, jugó en la NBA entre 1994 y 2013, fue diez veces all star, cinco miembro del Mejor Quinteto y por, fin, en 2011, campeón con Dallas Mavericks. Algo que no había logrado en Dallas, Phoenix o New Jersey, donde llegó a dos Finales seguidas.
También fue cuatro veces integrante del Mejor Quinteto Defensivo y cinco del Segundo. Y coincidió con otro base legendario: Gary Payton. The Glove, el guante, por su increíble capacidad defensiva. Californiano como él, Payton tiene cinco años más y llegó a la NBA en 1990, cuatro años antes. También ganó un anillo tardío (2006), que nueve veces all star, dos all star y nueve integrante del Mejor Quinteto Defensivo. Tiene también dos oros olímpicos, los mismos que un Kidd con el que coincidió en Sidney 2000... y para el que fue una verdadera pesadilla.
Porque el ahora técnico ha reconocido en ESPN que se le hacía durísimo jugar contra Payton en sus comienzas por su dureza defensiva: “Lloraba, había lágrimas. Mis padres me preguntaban que qué me pasaba y yo les decía que tenía que dedicarme a otro deporte porque el baloncesto no se me daba tan bien como pensaba. No podía anotar contra él. Y además antes me decía que no me iba a dejar anotar... que era blando y que no era lo suficientemente bueno. Para mí, que había sido una estrella de instituto y todo lo demás, era difícil de asimilar, una cura de humildad. Era cuestión de dejarlo o dar un paso adelante y tratar de encontrar la manera de enfrentarse a él”.