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NBA

Kobe estuvo cerca de no jugar en los Lakers por culpa de Divac

Rick Bonnell recuerda que la tozudez con la que el serbio se opuso ir a los Hornets estuvo a punto de impedir que Kobe fuera laker.

Kobe estuvo cerca de no jugar en los Lakers por culpa de Divac
SUSAN RAGANREUTERS

La historia es conocida: Kobe Bryant decide no pasar por la universidad pese a las tentadoras ofertas de, entra otras, la North Carolina de Michael Jordan, y se posiciona para el draft de 1996 tras su explosión en Lower Marion. Acabará siendo número 13 sin cumplir todavía 18 años (sus padres tienen que firmar con él su primer contrato) y haciendo historia durante dos décadas en los Lakers... aunque fue drafteado por los Hornets, que le enviaron a L.A. a cambio de Vlade Divac. El pívot serbio tenía 28 años, llevaba siete en los Lakers y no tenía ninguna ganar de irse a Carolina. Pero finalmente aceptó, jugó dos temporadas en Charlotte y después pasó a los Kings y finalmente a los Lakers, donde jugó (con 36 años) su última temporada NBA (2004-05).

Jerry West movió los hilos para que el nuevo gran fenómeno recalara en los Lakers. Ya había visto como Kobe maravillaba a su cuerpo técnico en entrenamientos privados y sabía lo que tenían entre manos mucho antes que el resto de la liga. De hecho, acordó el traspaso de su pick por Divac con los Hornets sin darles a estos detalles hasta última hora de a quién iba a seleccionar. Es una de las mejores operaciones de siempre: West se hizo con Kobe y liberó al deshacerse de Divac masa salarial para el nuevo súper contrato de Shaquille O’Neal.

Pero todo estuvo a punto de irse al traste, según Rick Bonnell (Charlotte Observer) por la insistente rechazo de Divac a jugar en los Hornets. Lo ha explicado en una pieza en la que ha despedido al ex general manager de los Hornets Bob Bass, fallecido este fin de semana: “A Divac le encantaba California y dijo que se retiraría si le traspasaban a Charlotte. Así que Bass me dijo que en ese caso se quedaría con Kobe aunque este había amenazado con irse a Europa, donde se había criado cuando jugaba en Italia su padre, si finalmente nos quedábamos con sus derechos”.

George Shinn, entonces propietario de la franquicia, corrobora la historia: “Bob me había convencido de lo mucho que nos podía ayudar Vlade. Y el agente de Kobe nos había garantizado que no había forma de que su chico jugara en los Hornets. Pero la naturaleza de Bob era encontrar soluciones a las cosas”. Conviene recordar que años después Kobe reconoció que no habría cumplido su promesa y que hubiera acabado jugando en Charlotte.