Leonard, celoso del tratamiento que reciben otras estrellas
Algunos de los motivos del distanciamiento entre el alero y los San Antonio Spurs son públicos, otros se mantienen en un estricto secreto.
"Todos desearíamos que las cosas hubieran sido diferentes". R. C. Buford, mánager general de los San Antonio Spurs, resumió un mes antes del traspaso con Toronto Raptors el último año de relación con Kawhi Leonard. Un trato tenso del que se conocen los grandes trazos. La diferencia sobre qué lesión tenía en el cuádriceps (atrofia muscular versus tendinopatía) parece ser la principal línea argumental de la desavenencia, la que llevó al distanciamiento. Sin embargo, hay otras pequeñas migas de pan que seguir en toda esta historia según Jeff McDonald.
Pero la roca comenzó a agrietarse en su primer All Star Game en 2016. Justamente en Toronto. En su actual ciudad de residencia, Leonard notó la distancia que le separaba con otras estrellas. Mientras Russell Westbrook iba por las calles de El Norte con un coche de alta gama, él se movía en el trasporte estándar que ofrecía la NBA. Algo estaba fallando. Él tenía un anillo. Él era MVP de las Finales de 2014 y nadaba en un mar diferente al del base de los Oklahoma City Thunder. Él quería eso.
Su ego y perfil de superestrella se vio alimentado en su visita a China en el verano de 2017. En ese agosto, el país asiático le recibió con grandes honores y miles de aficionados se arremolinaban cerca de él portando camisetas con su nombre. "Me sorprendió la cantidad de fans que había. Es impactante ver lo grande que es el apoyo que tiene la NBA", dijo Leonard a su regreso a Estados Unidos. Piedras sobre un río que formaban círculos cada vez más grandes. Y no solo Kawhi se daba cuenta de su importancia. Su tío también.