Los Cavaliers se resisten a reconstruir desde la base. Se resisten a empezar de cero con un nuevo proyecto. A pesar de perder a LeBron James, su buque insignia a lo largo de estas últimas cuatro exitosas temporadas, los Cavs se resisten a demoler los cimientos del equipo que se ha proclamado campeón de la Conferencia Este de manera ininterrumpida desde 2015. La mejor prueba de ello es la millonaria ampliación de contrato que acaba de firmar Kevin Love. Tal y como han adelantado Adrian Wojnarowski y Brian Windhorst en la ESPN, el ala-pívot ha llegado a un acuerdo de ampliación por 120 millones de dólares y cuatro años.

Este nuevo acuerdo entrará en vigor a partir de la temporada 2019-20, por lo que el de Santa Mónica queda atado hasta el final de la 2022-23, meses antes de su 35 cumpleaños. Con los más de 24 millones que se embolsará este curso, Love pasa a tener garantizados 145 millones para los cinco próximos cursos. Windhorst, quien destaca que la próxima extensión podría ser la de Larry Nance Jr., detalla que del nuevo contrato los dos primeros años serán por el máximo, el tercero se mantendrá inalterable, mientras que en el cuarto su ficha bajará.

Kevin Love, quien llegó en el verano de 2014 —el mismo en el que regresó LeBron— a Cleveland en el traspaso que envió al por entonces número 1 del draft Andrew Wiggins a Minnesota, es el segundo jugador de la plantilla con más bagaje en los Cavs. Sólo Tristan Thompson, con siete años desde que fuera drafteado con el número 4 en 2011, le supera en antigüedad. La intención de Dan Gilbert, el propietario, y Koby Altman, el general manager, es intentar que los Cavs se mantengan en la zona de playoffs de una Conferencia Este más debilitada y abierta con el adiós de LeBron.