Celtics, Cavaliers, Lakers y Nuggets. En menos de un año, estos han sido los equipos a los que ha pertenecido Isaiah Thomas (29 años y 1,75 metros). Hace 12 meses aspiraba a conseguir un máximo contrato en torno a 200 millones de dólares, ahora el base ha firmado un acuerdo por el mínimo con Denver: 2 millones de dólares y una temporada que se ha hecho oficial este lunes. Un acuerdo adelantado por Adrian Wojnarowski (ESPN) el pasado viernes .

"No todos los días puedes fichar a un  jugador con el talento y el pedigrí de Thomas —asegura el presidente de operaciones de la franquicia, Tim Connelly—. Sabemos que trabajará duro cada día y hará cualquier cosa para ayudar al equipo a ganar. Estamos emocionados por poder añadir a Thomas a nuestro ya de por sí explosivo núcleo central de jugadores. No vemos la hora de empezar a jugar".

Un fichaje que supone partir de cero para Isaiah después de una última campaña marcada por la lesión que padece en la cadera desde la primavera de 2017 y que le obligó a pasar por el quirófano a comienzos de este mes de abril. Una vez esté recuperado —tiempo tiene hasta el inicio del curso—, Thomas volverá a trabajar a las órdenes de Mike Malone. El técnico que ya le dirigió en su último curso en Sacramento (2013-14) tiene la intención, según ha informado Wojnarowski, de otorgarle un rol significativo tanto en tareas anotadoras como de dirección de juego. Aunque eso sí, partiendo desde el banquillo.

Jamal Murray y Gary Harris continuarán formando el backcourt titular de unos Nuggets que en este mercado han renovado ya a Nikola Jokic (148 millones y 5 años) y Will Barton (54 millones y 4 años), además de haber traspasado a Wilson Chandler a los Sixers y a Kenneth Faried y Darrell Arthur (todos ellos competencia para Juancho Hernangómez) a los Nets. Operaciones que les han permitido liberar una importante masa salarial. 

La llegada de Isaiah al equipo de las Rocosas no supone ningún riesgo dado el bajo coste de su contrato. Es más, si el de Tacoma recupera el nivel de sus dos últimos años en Boston, Denver contará con otro gran anotador que dará mayor profundidad a su plantilla. Otra cuestión es la defensa, faceta en la que los Nuggets salieron mal parados en la 2017-18 y tampoco está entre los puntos fuertes de la nueva adquisición. Por su parte, Thomas tendrá la oportunidad de recuperar su estatus cara al verano de 2019 en un equipo que aspira a entrar en los playoffs en un Oeste más salvaje que nunca.