Mumbrú ya ejerce: "Estaba predestinado a ser entrenador"
Fue presentado como técnico del Bilbao Basket, en presencia de los chavales del campus, junto con el director deportivo (Pueyo) y el ayudante del exalero (Elorduy).
Ha habido muchos jugadores históricos que han triunfado en los banquillos (en el panorama europeo son mayoría) pero nadie se olvida del batacazo de Prigioni en Vitoria la pasada campaña. Mumbrú se separa de esa vía porque cada uno es como es, diferente. Va a cubrir el décimo año en Bilbao. "Es el club de mi vida. Hay que estar en un proyecto tan ilusionante y con buenos cimientos", apunta orgulloso de cara a una faceta para la que, confiesa, "llevaba mucho formándome". "Yo era un jugador que pensaba como un entrenador desde hace años, estaba predestinado", agregó micrófono en mano ante la audiencia infantil y los periodistas. Su librillo abarca un ADN como el que alumbraba en la pista. "Innegociable son el sacrificio y esfuerzo. El talento se tiene o no, jugaremos más rápido o menos, pero luchar por cada balón, da igual capacidad y talento, eso es innegociable". Aplaude un baloncesto vistoso, rápido, de transiciones y buena defensa.
Prevé el exalero que la marea negra seguirá alentando. "Tenemos que disfrutar de cada victoria. Los años malos son del pasado. Estamos para hablar de presente y futuro y que la gente lo viva con nosotros. Si ganamos y jugamos bien reengancharemos a los que dudan. Queremos que la ilusión sea nuestra bandera, con la que se llega a muchos lados». Y teniendo claro que un recién descendido no es más que nadie. "Somos lo más humildes posible. Tenemos un respeto gigante por la LEB. Muchos equipos han estado muchos años para volver a subir. Vamos a trabajar muy duro".
Rafa Pueyo es, como Elorduy, el hijo pródigo de vuelta. Le llamaron a coger el banquillo para un año de cenizas, posterior a los fastos, y lo lidió con sobresaliente. Después salió a hacer la mili a Cantabria y regresa en otro curso delicado y para una faceta novedosa. "Se ha dicho muchas veces que es como un entrenador en la pista. Durante muchos años hemos tenido muchas conversaciones sobre basket y Álex lo ve muy bien, conoce el juego, tiene mucha experiencia como jugador y la va a trasladar al banquillo", explica el exasistente y exentrenador jefe de Mumbrú. En su modo directivo, como sucesor de Raúl López, evita dar pistas sobre qué fichará. "Hay un jugador que nos ilusiona mucho, queremos que esté sí o sí. Es Javi Salgado. Es el primero con quien hemos hablado». Luego se decantará por jugadores top en LEB con trayectoria importante y aspiraciones altas, y gente joven, de la casa.
Mucha gente interpretó por las palabras del consejo que habrá 1,2 millones para el equipo, pero quedará anclado en 600.000, por debajo de Betis, Melilla, Palencia y posiblemente Palma. "Miribilla es atractiva, va a ser la mejor cancha de LEB Oro y el equipo tiene una historia. Eso motiva a los jugadores", agrega Pueyo. Si Mumbrú pensaba en el banquillo siendo jugador, Rafa sigue viéndose como técnico: "Mulero (director deportivo del Valencia) me decía que tengo que seguir pensando como entrenador, porque siempre lo voy a ser. Con este cargo estoy muy ilusionado y apoyaré al cuerpo técnico para que las cosas salgan bien".
El giro vizcaíno concluye con Jorge Elorduy, asistente de Álex Mumbrú. Lleva diez años entrenando fuera y el regreso a casa le enciende una chispa de ilusión que no borra de su rostro. Conoce muy bien la LEB, además. "Es una competición muy diferente a la ACB. Entrenadores y equipos no respetan demasiado al rival, son defensas conservadoras. Hay una carga táctica menor. Todo lo que se arrastre de ACB nos va a permitir estar por encima de ese nivel en la liga. El perfil físico es menor".