NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BILBAO BASKET

Raúl López abandona el Bilbao Basket tras el descenso

Después de cinco años como 'hombre de negro', había ejercido de director deportivo estos dos últimos cursos y estaba cansado del cargo. Toda la crisis económica y deportiva le ha acabado salpicando.

Raúl López, con los consejeros del Bilbao basket
LUIS TEJIDOEFE

El descenso del Bilbao Basket se sigue cobrando víctimas. El club despidió recientemente a todos sus empleados (16) menos a dos, para que estos lleven a cabo las gestiones de oficina. Muchos de ellos han demandado la decisión y la entidad no se presentó al acto de conciliación. El último en saltar es Raúl López, que tras colgar las botas hace dos temporadas venía ejerciendo de director deportivo. Ha llegado a un acuerdo con el club para no seguir. Mantenía una deuda importante con la entidad y ostentaba el cargo en parte para ir satisfaciéndola. El RETAbet ha hecho oficial su marcha a través de una nota, deseando suerte al exbase, y ha matizado que las puertas del regreso "siguen abiertas" porque "somos sabedores de su valor como activo en el mundo del baloncesto nacional e internacional".

Raúl lleva en Bilbao siete años, cinco de ellos como jugador, con momentos memorables como una finta y canasta para derrotar al Montespachi en el último suspiro de un partido de Euroliga. En 2013 tuvo en sus manos el triple para ganar a los Sixers en un amistoso del BEC. Está a gusto en la ciudad del Guggenheim y su idea es seguir viviendo en ella. Se rompe aquí una de las tres partes de una sociedad que se ha mantenido en Miribilla más allá de lo mucho que dieron en las canchas: Raúl-Mumbrú-Hervelle. El base dio sus últimas gotas de genialidad en la cancha vizcaína, donde llegó a ser muy querido por la platea. Pero en su cargo de director deportivo, algo que desde luego no le apasionaba tanto como jugar a baloncesto o ayudar a Ricky en Estados Unidos a mejorar sus fundamentos, se encontró con baches. Pocas herramientas tenía, eso sí. Los fichajes, especialmente los de esta temporada del descenso, han sido un fracaso absoluto. Se cerraron prontísimo y se sumaron al carrusel de errores de la franquicia, que ha quemado entrenadores y ejecutivos a velocidad de vértigo.

Hervelle comentó ayer que espera tener aún cuerda para seguir jugando, pero será lejos de Bizkaia. El pívot belga también se marcha: ha salido al mercado y espera remontar por otro sitio un año decepcionante. Y parte del consejo piensa en Mumbrú para coger las riendas como entrenador, pero hay división, ya que otra valora a Arturo Álvarez (Prat) o Gonzalo García de Vitoria (Ourense). En todo caso el club está gobernado por un par de personas y lo prioritario es confirmar el aplazamiento de la deuda tributaria (algo a lo que es favorable la Diputación) y luego marcar un proyecto. Ahora mismo la estructura está adelgazada al máximo. Y la imagen se resiente. El lunes la ACB tributó una despedida con honores a Mumbrú, el jugador más importante de la historia del Bilbao Basket, y éste estuvo representado por el bueno de Jesús Ramírez, uno de los ayudantes técnicos con contrato que casi con seguridad será despedido, por ciento, en esta oleada de expulsiones. No estuvo a la altura la entidad en un acto con el mismísimo presidente de la FEB (Garbajosa) y los pesos pesados que han caminado al lado del exalero internacional en una carrera dorada. Esta temporada se rechazó la entrada de una nueva plataforma, con Joaquín Salazar y Javier Añibarro al frente, ya que este demandaba poder y un club limpio de herencias. Posteriormente este grupo optó por intentar comprar una plaza en LEB Oro, pero le han cerrado las puertas.