George Hill: “Va a ser un combate, no un baile de graduación”
El base asegura que no durmió tras fallar el tiro libre decisivo y Tyronn Lue arropa a JR Smith: “Que cogiera ese rebote es muy importante”.
Jornada de reflexión en unas Finales en las que da la sensación que todo acaba de comenzar. Era tal la sensación generalizada de que los Warriors eran enormemente favoritos que a muchos les cogió por sorpresa el tremendo tono competitivo del primer partido. Con LeBron James en niveles históricos y los Cavs perdonando una ocasión única, el segundo partido aparece en el horizonte como una cita de máximo interés... y máxima tensión.
Los Cavaliers, que tuvieron un entrenamiento suave por la mañana y salieron juntos a cenar en la noche de San Francisco, dedicaron el grueso del día a hacer terapia y a cerrar filas mientras los medios estadounidenses emitían casi en bucle en dantesco despiste de JR Smith que le pudo costar el partido (y veremos qué más) a los Cavs. Pero esa jugada viene de un tiro libre fallado por un veterano como George Hill (32 años), que reconoció ayer que no pudo dormir nada después del partido: “Me pasé las horas levantado viendo una y otra vez el tiro libre que fallé”, aseguró. El base trata de que él y sus compañeros usen toda esa frustración como acicate: “Duele. Ha dolido mucho está derrota. La peor sensación de toda mi carrera. Pero tenemos que embotellar toda esa frustración y dejar que explote en la pista en el segundo partido. No debería ser un baile de graduación, necesitamos que sea un combate”.
Al menos, y mientras LeBron James se trataba el ojo que tenía visiblemente tocado tras el partido por un manotazo de Draymond Green, el equipo de Ohio se llevó la buena noticia de que ni Kevin Love ni Tristan Thompson serán suspendidos, algo que podría haber sucedido con la norma en la mano. Tyronn Lue, que no ha sido multado pese a sus tremendas críticas al arbitraje, confía en que esto haya sido la prueba de que queda mucha tela por cortar y no una ocasión perdida y que ya no volverá para sus jugadores: “Mirad, no estamos rotos. Perdimos un partido y para ser campeones hay que ganar cuatro. Eso lo sabemos. Jugamos lo suficientemente bien como para ganar pero no lo hicimos, y eso es muy duro. Pero tenemos que mirar al frente, la confianza de los jugadores no está tocada”.
El técnico, además, cree que el imponente 51+8+8 de LeBron no es el techo de su gran estrella: “¿Si creo que puede jugar todavía mejor? Sí. Sé que es pedirle mucho, pero tiene que liderar al equipo con su ejemplo”. Y trató de quitar hierro al error de JR Smith, sobre el que estarán todas las miradas en el segundo partido: “El hecho de que peleara ese rebote de la forma que lo hizo ya es suficientemente importante. Da igual que tirara o no, si los Warriors hubieran cogido el rebote, podrían haber pedido tiempo muerto y haber tenido un ataque final para ganar antes de la prórroga. Pero da igual, eso ya ha pasado, no podemos cambiarlo. Tenemos que concentrarnos en lo que viene a partir de ahora”.