José Manuel Calderón descansa antes de entrenar con sus compañeros. La Bahía de San Francisco ha amanecido con los nervios todavía contorsionados después del frenético arranque de las Finales 2018. Un partido que pasará a la historia de los playoffs por su acumulación de aciertos y errores, nervios y épica. Y en el que los Cavs, que llegaban como víctima propiciatoria a los ojos de casi todos los expertos (y de las apuestas: +12,5 Warriors), tuvieron en su mano un triunfo que hubiera sido un auténtico golpe de estado.

Pero en el último minuto del tiempo reglamentario, demasiadas cosas les dieron la espalda. Una revisión arbitral convirtió una falta de ataque de Kevin Durant en dos tiros libres para el alero cuando los de Ohio ganaban por dos. Y en la última jugada, que sigue repitiéndose en bucle en casi cualquier canal de televisión estadounidense, George Hill falló un tiro libre y, con 107-107 y 4,5 segundos por jugar, JR Smith cogió el rebote de ataque pero no lanzó a canasta mientras LeBron se desgañitaba.

Aparentemente, el veterano escolta dio por hecho que estaban por delante en el marcador. Tyronn Lue no lo ocultó, él dio argumentos en sentido contrario y LeBron James compareció destemplado ante la prensa después de un partido heroico (51+8+8) pero en el que se le escurrió el triunfo entre los dedos.

“JR está bien, son cosas que pasan en los partidos de baloncesto”, reflexiona Calderón desde el hotel de unos Cavs que tendrán el domingo su primera oportunidad de revancha: “Tuvo un momento de indecisión, no supo si tirar o pedir tiempo muerto… No supo qué hacer y son cosas que pasan. También se podía haber decidido antes el partido, está la falta que cambian los árbitros y acaba yendo para el otro lado… Son cosas que pasan así que hay que quedarse con lo positivo”.

Lo positivo es que los Cavs dieron un susto de muerte a los súper favoritos Warriors, algo que deja un sabor agridulce combinado con la sensación de oportunidad perdida: “Son las dos cosas. Por un lado tienes que estar dolido por cómo has perdido, porque lo tuvimos muy cerca y se nos escapó al final. Yo creo que el partido fue perfecto, hicimos lo que habíamos planificado y como lo queríamos hacer. Así que tenemos la sensación de que no se puede dejar escapar una oportunidad así porque no sabemos qué pasará en el futuro, pero al mismo tiempo hemos venido aquí a ganar un partido. El primero, el segundo, el quinto, el séptimo… Tenemos que salir reforzados porque se ha visto que no nos van a ganar de 20 como pensaba mucha gente. Que si al final nos ganan van a sufrir, que ellos saben que vamos a estar ahí hasta el final y que no va a ser fácil. Así que el equipo está bien”.