El mensaje de Ricky: "No se ha acabado, sólo es el principio"
El base cierra en las redes sociales la que ha sido su primera temporada en Utah Jazz. La próxima será la última de su actual contrato.
“No se ha acabado, solo es el principio. Solo esperad y veréis”. Ese fue el mensaje de Ricky Rubio en las redes sociales después de que los Rockets pusieran fin en semifinales del Oeste (4-19) a la temporada de unos Jazz que terminan con nota muy alta y que dieron la cara en ese partido finalmente decisivo a domicilio y sin Ricky ni Exum… ni Donovan Mitchell, que se lesionó después de jugar un tercer cuarto pletórico.
Ricky, con 27 años y siete ya en la NBA, sale muy reforzado de la temporada en la que ha jugados sus primeros playoffs. Después de seis campañas en los Wolves, el base español se estrenó en las eliminatorias con nota muy alta: 14 puntos, 7,3 rebotes, 7 asistencias y 1,3 robos de media, y el mal sabor de boca de su lesión muscular en el último partido ante los Thunder, un problema que le ha hecho perderse toda la serie ante los Rockets. Pero en primera ronda jugó a un nivel excelente, dictando el ritmo ante Russell Westbrook y con dos partidos sensacionales en el cambio de rumbo de la eliminatoria, del 1-0 al 2-1: 22+7+9 en el segundo y triple-doble, 26+11+10 en el tercero.
En la Regular Season Ricky terminó en 13,1 puntos (tope de su carrera), 4,6 rebotes y 5,3 asistencias. Cerca del 42% en tiros (su segundo año por encima del 40, algo fundamental para él) y mejor que nunca también desde la línea de tres: 35% (su techo era 34) lanzando ,35 por noche (por los 2,6 de la temporada pasada).
Ricky ha encajado perfectamente en el sistema de Quin Snyder, después de algunos problemas en un arranque de temporada en el que tuvo que asumir demasiada responsabilidad anotadora. Rudy Gorbert estaba fuera por problemas de rodilla y todavía se estaba gestando la explosión de Mitchell. En cuanto el rookie se convirtió en la principal fuente de puntos y el pívot francés regresó para hacer de ancla defensiva, Snyder estructuró la versión definitiva de su equipo. En ella, Ricky funciona en defensa y brilla en ataque gracias a su excelente lectura del pick and roll.
La próxima será su última temporada de contrato, cobrará 14,9 millones. Pero sus mensajes tras eliminar a los Thunder y en este cierre de campaña dejan claro que está feliz en los Jazz y que le gustaría seguir en la franquicia de Salt Lake City, donde llegó justo antes de la salida de Gordon Hayward y ante lo que podían ser tiempos duros. No ha sido así. Si se tienen en cuenta todas las circunstancias, seguramente la temporada más feliz de Ricky Rubio en la NBA.