17 de junio de 2016. Steve Kerr pone de inicio por última vez en el sexto partido de las Finales contra los Cleveland Cavaliers al conocido como quinteto de la muerte: Stephen Curry, Klay Thompson, Andre Iguodala, Harrison Barnes y Draymond Green. Un cinco inicial que causaba pavor y pánico ante sus rivales de la NBA. Versátil, rápido y mortal en ataque. Un incordio, una roca en defensa. Fue la base de aquel equipo que ganó 73 partidos en temporada regular y cayó frente a los Cavs en la lucha por el anillo. Tras ese tropezón, llegó el cambio con mayúsculas: se fue el señalado Barnes y entró Durant en liza. Sin embargo, desde la llegada del alero, el entrenador nacido en el Líbano no había dado rienda suelta a la nueva y ultra mejorada versión de los cinco de la muerte desde el principio de un encuentro... hasta este domingo y fue una estampida.

Tras los devaneos de la primera ronda frente a los San Antonio Spurs (estaban, pero no estaban) y el aviso de los Pelicans en tercer duelo de estas semifinales, Kerr cortó de raíz. 'Se acabó'. Y el grito se escuchó bien claro cuando puso sobre el parqué desde el principio a Curry, Thompson, Durant, Iguodala y Green. 8-20 en 6 minutos. Una riada a la que solo ponía diques Anthony Davis y que alimentaba Durant. Al finalizar el primer cuarto todo era negativo para los Pelicans: 28,6% en tiros de campo, 25% desde el triple. Porque el quinteto de la muerte también aplica su política del miedo sobre el ataque rival: no deja espacio ni lugar para la siembra. Rondo llegó al descanso con solo cinco asistencias y Mirotic con 7 puntos. Sin embargo, había luz al final del túnel por la multi-actividad de Davis (18) y la distancia al llegar al descanso era salvable, solo siete tantos (54-61). Duro poco la esperanza.

Con ellos de nuevo en pie, el rodillo arrancó una vez más y acabó con 28 asistencias. Parcial 2-10 de salida a la vuelta de los vestuarios (56-71). A los ocho minutos del tercer cuarto, llegó el +21 (64-85) y punto final. No hubo mucho más. Durant alcanzó los 38 tantos y Curry superó a Ginóbili como el tercer mayor triplista de siempre en los playoffs. El base suma con los cuatro de este domingo 326 en 78 duelos en las rondas finales. Por delante, LeBron James (346) y Ray Allen (385). Una muesca más dentro de un equipo que ya es leyenda y que sacó un músculo gigante en Nueva Orleans: provocó 19 pérdidas y dejó a los Pelicans en un irrisorio 4 de 26 desde el perímetro y un 36,4% en el lanzamiento total. Los Warriors ya está 3-1, a solo un triunfo de la final de Oeste. Los campeones está más de vuelta que nunca. Abran paso o aténganse a las consecuencias. Ustedes deciden.

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