Tras barrer a los Blazers, los Pelicans son el primer equipo en clasificarse para las semifinales de Conferencia. Lo que están haciendo los Anthony Davis, Holiday, Rondo y Nikola Mirotic es, sin duda, una de las grandes historias de la temporada. Quizá compartan el lugar más alto del podio con los Jazz. Utah aún tendrá que sudar y remar mucho más para pasar la primera ronda, pero el tercer partido de su serie ante los Thunder, disputado anoche, no puede pasarse por alto. El muchas veces cuestionado Ricky Rubio completó por la importancia del escenario y de los rivales que tenía enfrente la mejor actuación de su carrera en la NBA.

"Fue uno de los momentos más bonitos de mi carrera. He tenido la piel de gallina. Es bonito conectar tanto con la afición", comentó el base sobre esa especial comunión que experimentó con la grada del Vivint Smart Home Arena. Apenas lleva unos meses en Salt Lake City, pero sus 26 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias (además de un par de robos y un tapón) le convierten en un nuevo ídolo para la franquicia. No obstante, el último jugador de los Jazz en la liga regular o postemporada en lograr fue Carlos Boozer en 2008. Rubio es el tercero que lo consigue en los playoffs, lo que no veían en Utah desde John Stockton en 2001. Una leyenda sobre la que le preguntaron en una rueda de prensa en la que demostró tener una gran conexión con sus compañero Joe Ingles. "Tener mi nombre junto al suyo es un honor. No sé qué decir... Le tengo un respeto enorme. Sé lo importante que es ser base para esta franquicia y me siento genial por ello", comentó el gran protagonista de la jornada.

Decisivo desde la media distancia. "Cambié mi mentalidad tratando de ser más agresivo y asumiendo algunos tiros. Ayuda mucho que los conviertas. Me siento genial. Creo que en los dos primeros partidos no estuve muy acertado desde la media distancia y es algo en lo que he estado trabajando. Me siento bien lanzando esos tiros aunque no estaban entrando. Hoy entraron los primeros. Es la forma en que jugamos. Conseguimos tiros abiertos, lo que hace que sea más fácil anotar".

Su triple-doble. "Fue uno de los momentos más bonitos de mi carrera. Se me puso la piel de gallina. Es bonito conectar tanto con la afición. Conseguir el triple-doble está bien, pero lo más importante es la victoria. Sabemos que va a ser una serie larga. Tenemos que celebrar y estar contentos por el trabajo que estamos haciendo, pero no queremos sólo esto. Queremos pasar la serie y para ello debemos ganar los encuentros que nos quedan aquí en casa. Joe Ingles falló una bandeja. No quería que hiciese el triple-doble (ríe). Pero afortunadamente también tengo en mi equipo a Rudy Gobert y me ayudó a conseguirlo".

Pies en el suelo

Ya levantado, Ricky publicó el domingo un mensaje en su cuenta de Twitter con el que demuestra tener los pies en el suelo en un momento muy dulce (promedia 20,3 puntos, 7,3 rebotes, 8 asistencias, 2,3 robos y 0,7 tapones en estos tres primeros partidos) y en el que no para de recibir elogios. "Nunca demasiado alto, nunca demasiado bajo", escribió.