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Movistar Estudiantes
96
RETAbet Bilbao
84
Finalizado

MOVISTAR ESTUDIANTES 96-RETABET BILBAO 84

Landesberg (21) no baja el ritmo y el Bilbao Basket sigue en coma

El estadounidense completó su 15º encuentro con 20 o más tantos. El Estudiantes sumó su tercera victoria seguida en Liga Endesa, algo que no lograba desde hace tres años.

Sylven Landesberg y Omar Cook, durante el Movistar Estudiantes-RETAbet Bilbao.
Sylven Landesberg y Omar Cook, durante el Movistar Estudiantes-RETAbet Bilbao.Emilio CobosDIARIO AS

El RETABet Bilbao pinta mal: 26 jornadas, solo 7 victorias y 19 derrotas, nueve en las últimas diez jornadas. Y una sensación de grupo abatido, con pocas armas y sin munición. Casi no se le siente el pulso. Su espíritu está perdido y en Madrid no lo encontró. Un cúmulo de males que el Movistar Estudiantes supo castigar. Los colegiales están en pleno crecimiento. Han olvidado el bache post-Ventanas FIBA y posteliminación de la Champions y sumaron frente a los vascos su tercera victoria seguida con un juego estable, coral y un Sylven Landesberg, de nuevo, a nivel MVP. Los colegiales no enlazaban una racha semejante desde hacía tres años (del 25 de enero de 2015 al 8 de febrero de 2015). El playoff está a tres partidos. Quizá demasiado lejos ya para lo que resta de temporada, pero mientras hay vida...

RESUMEN

Movistar Estudiantes (28+26+25+17): Cook (3), Landesberg (21), Brizuela (17), Suton (18) y Brown (10) -equipo inicial-, Hakanson (5), Vicedo (7), Peña (-), Caner-Medley (6) y Arteaga (9).

RETAbet Bilbao (21+20+26+17): Salgado (10), Tabu (10), Tomás (2) Hervelle (3) y Thomas (8) -quinteto titular-, Hammink (2), Redivo (18), Mumbrú (24), Gladness (2) y Bentil (5).

Arbitros: Emilio Pérez Pizarro, Vicente Bultó y Alberto Sánchez Sixto. Eliminaron por faltas a los visitantes Devin Thomas (min 33) y Jonathan Tabu (Min 39) y al local Lude Hakanson (min 38).

Incidencias: Partido de la jornada 26 de la Liga Endesa disputado en el WiZink Center de Madrid ante 7.333 espectadores.

El Palacio rindió tributo antes del comienzo al héroe de los 48 puntos en el Palau, a un Landesberg que no baja de marcha. Está demasiado calentito en la parte alta de la Liga Endesa. Su exhibición fue in crescendo como en Barcelona. De 4 puntos en 20 minutos a 21 al final. Su 15º encuentro con 20 o más tantos. El quinto seguido y el octavo en los últimos nueve. Otra demostración de potencia. De tiro y de uno contra uno. Un muro infranqueable para un Bilbao que se encontró demasiado pronto hundido (48-30, min. 17). Redivo dio muestras de ambición... pero solo en un tramo. Solo el tercer máximo triplista (886) de siempre en la Liga Endesa parece creer: Álex Mumbrú, 38 años, es la última esperanza vasca. El tercer periodo fue su coto de caza: 14 tantos, tres triples. Acabó con 24

Pero el exinternacional español estuvo muy solo porque Devin Thomas (muy molesto para la zona colegial en los primeros instantes) decidió jugar solo diez minutos por cinco faltas. Porque Hervelle no se encontró y Javi Salgado está para unos (buenos) minutos pero no para sostener todo el peso ofensivo. Porque no se puede remar muy lejos si cometes tres faltas en pleno lanzamiento de tres del rival (dos fueron un 3+1), por ejemplo. Y porque los de Maldonado supieron jugar un excelso encuentro, leyendo bien cada instante del duelo: no hubo ciclotimia. Tercer partido sin ella. Toda una novedad para, quizá, el mejor Estudiantes de los últimos años.

El entrenador catalán ha recuperado la actividad y agresividad defensiva. Suton rindió (18 puntos y 26 de valoración) al igual que Cook (7 asistencias). El Movistar dio el primer mordisco en el segundo cuarto. Parcial 20-9 (48-30) con Brizuela, Vicedo (mejor partido en ACB con 23 de valoración con cinco robos y nueve rebotes) y Arteaga en pista. Magníficos los tres. Cada vez más importantes. Cuando el asunto se puso peor (68-52) apareció Mumbrú. El alero bajó él solito la diferencia a menos de nueve (72-63) que podría haber sido menos si Redivo hubiese acertado en el contraataque siguiente. El argentino falló y los estudiantiles se reagruparon. Cerraron filas y despegaron hacia casi los veinte en el último periodo (90-71, min. 35) tras una canasta de Brizuela. Ese fue el último clavo en el ataúd de un Bilbao que siempre voló con el viento pegándole en la cara.