Quinn Cook: de no tener sitio en la NBA a vital para los Warriors
El base de Duke no había sido titular en la NBA antes de firmar con unos Warriors que cuentan con él para los playoffs y podrían cortar a Casspi.
Ante los Bucks los Warriors firmaron otro mal partido, y otra derrota (esto ha dejado de ser noticia). Sin Stephen Curry ni Klay Thompson, sin Splash Brothers, no son los Warriors. Para colmo, Kevin Durant recibió su quinta expulsión y no jugó en una segunda parte plácida para un rival que vio también como Andre Iguodala dejaba el partido por un golpe en la rodilla. Así está siendo este último tramo de Regular Season para el campeón de la NBA...
Como en unos cuantos de los últimos partidos, la gran nota positiva para los de la Bahía, un rey al que más le vale volver a parecerlo cuanto antes (Klay está a punto de volver, por cierto), fue Quinn Cook. El base que acaba de cumplir 25 y que ejerce de titular desde que Stephen Curry cayó, primero por su temido tobillo y después con un esguince de rodilla que le puede tener fuera de las pistas hasta una hipotética segunda ronda de playoffs. En marzo Cook promedia más de 13 puntos y suma ya dos partidos con un 5/7 en triples y el 5/5 para 30 puntos ante los Bucks. Ha sido once veces titular en (aunque diezmado) al fin y al cabo uno de los mejores equipos de la historia. Y esas son sus once titularidades totales en la NBA. Antes, 14 partidos como suplente repartidos entre los Pelicans y los Mavericks y saltos a la G-League desde que no fue drafteado en 2015, poco después de ser campeón universitario con la Duke de Tyus Jones, Jahlil Okafor, Justise Winslow… Cook entró en el segundo equipo All American y a partir de ahí le ha tocado trabajar en la sombra para hacerse hueco en la NBA.
Y ese hueco ha llegado, cosas de la vida, en el campeón. Un equipo con un problema en el la rotación exterior ante las pocas prestaciones que han dado Pat McCaw (del que se esperaba mucho más) y Nick Young, que echa de menos un base suplente (que haga como mínimo lo que hacía Ian Clark la pasada temporada) y que se ha encontrado con una necesidad enorme en ese puesto tras la lesión de Curry. Todo esto significa que lo que era impensable hace unas semanas ahora está casi asegurado: Cook debería estar en el roster de los Warriors para los playoffs 2018.
Hasta el 11 de abril se pueden firmar contratos válidos en playoffs, y el día 13 tienen que estar presentadas las plantillas definitivas. Ahora mismo, nadie en la Bahía imagina que Cook quede fuera. No tras los problemas de Curry y contando con que, cuando el dos veces MVP regrese, el equipo seguirá necesitando un base suplente que suba la bola y pueda meter tiros liberados.
La gran cuestión es quién saldrá para que entre Cook, que tiene uno de los nuevos Two-Way Contracts con los Warriors y su afiliado de la Liga de Desarrollo (Santa Cruz Warriors), por lo que solo puede entrar en el equipo de playoffs si se libera un espacio de los 15 contratos garantizados del equipo. Una opción es Damian Jones, el pívot de 22 años (número 30 en 2016) que no termina de hacerse hueco en el equipo pero al que los Warriors quieren seguir madurando por lo que su continuidad es posible de cara a la próxima temporada. Esto deja en situación de máxima vulnerabilidad a Omri Casspi. El alero, que cumplirá 30 años en junio, firmó solo por esta temporada para cubrir un rol en la rotación que no está pudiendo llevar a cabo. A priori su estilo encajaba bien con el de los Warriors, pero sus problemas para defender, su inconsistencia en el tiro (una de sus teóricas virtudes) y unos casi constantes problemas físicos le tienen mucho más fuera que dentro de la rotación. Kerr necesita un base y necesita para ello un hueco en su plantilla. Y Casspi es sin duda el eslabón más débil si no cambia nada radicalmente en los próximos diez días.
Cook, quién lo hubiera dicho, ha sido el máximo anotador de los Warriors en cinco de los siete últimos partidos del equipo: “Cuando llegué no había ni entrenado con el equipo y tenía que salir a jugar en los partidos, era todo nuevo. Ahora llevo dos meses en el grupo y cada día estoy más cómodo, en cada posesión juego mejor”.