"Barcelona cambió la estrategia global de la NBA para siempre"
El director general de la NBA para Europa y Oriente Medio, Benjamin Morel, habla con As sobre los nuevos y diversos retos que afronta la competición. Final NBA: Warriors vs Rockets, juego 7
Como director general de la NBA para Europa y Oriente Medio, Benjamin Morel organiza, desde sus cuarteles generales en Londres, una de las áreas estratégicas de la actual NBA, de orientación cada vez más marcadamente global. As pudo hablar con él durante la celebración del All Star en Los Ángeles sobre los nuevos retos que afronta la competición en su expansión internacional, su convivencia con las competiciones locales y su postura acerca del gran conflicto entre FIBA y Euroliga que descose al baloncesto europeo.
El tradicional parón del All Star llega con la NBA celebrando su excelente salud.
La NBA está en un gran momento a nivel de popularidad y de seguimiento como marca. Es un gran momento para ser aficionado a la NBA. Cada vez hay más formas de interactuar con la Liga, más posibilidades para los aficionados aunque vivan en países en los que los partidos se juegan a sus tres o cuatro de la mañana. Tenemos nuevos formatos, las redes sociales… Están pasando muchas cosas. En Europa tenemos algunos de los mercados más importantes y estamos en un gran momento.
Desde luego la NBA no ha dejado de crecer nunca en Europa, algo muy visible los últimos años. ¿Cómo se gestiona la existencia del fútbol como gran deporte del continente y como techo al que en principio no se puede llegar?
Que el fútbol sea especialmente dominante no lo vemos como una mala señal. Diría que incluso puede ser algo positivo. También puede pasar en otros países con otros deportes, como el críquet en la India. En Estados Unidos también están el fútbol americano y el béisbol. En cualquier parte hay distintos deportes y distintos grados de popularidad pero ahora el mundo es más pequeño gracias a la tecnología, a las redes sociales… No se trata de amenazar el mercado de otros deportes o de si son o no competencia, creemos que hay sitio para todos. El baloncesto está muy arraigado, ya no es un deporte que tengamos que explicar. De lo que se trata es crear los mejores contenidos y las mejores historias posibles. Hace veinte años lo que se convertía en tendencia en Estados Unidos tardaba 18 meses en llegar a Europa. Ahora solo necesitan 18 minutos… o incluso 18 segundos. Ya no se espera para ver resúmenes o vídeos de mejores jugadas, se tiene el contenido al momento y en cualquier lugar. Así que no es una cuestión de amenazas o rivales, es una situación nueva en la que hay espacio para todos los deportes.
Y la NBA tiene clara su estrategia para aprovechar todas las posibilidades que ofrecen estos nuevos tiempos.
Lo primero son los contenidos que ofrecemos. Este es el cuarto año de los NBA Sundays, los partidos que se ofrecen en las franja de prime time en Europa. Estamos probando también nuevos horarios los sábados, está la programación de la cadena que ofrece los partidos en cada país y también el League Pass (la plataforma de pago de la Liga que da acceso a todos los partidos)… Lo más importante es que nuestros contenidos sean cada vez más accesibles para los aficionados. Después también es fundamental la participación y por eso tenemos en marcha proyectos como la NBA Junior, con 30 equipos de distintas ciudades, cada uno afiliado a una franquicia NBA. Es una forma de que el primer contacto con la NBA sea divertido y se sigue expandiendo. Trabajamos en eso con las federaciones de cada país, en España con la FEB. Y finalmente, tenemos que seguir ofreciendo los mejores paquetes de jugadas posibles. Un producto personalizado y adaptado a cada aficionado.
Insiste mucho en la importancia de la tecnología.
Sí. La temporada pasada empezamos a producir algunos partidos en realidad virtual. Es algo muy complejo y de adopción muy lenta pero creemos que es un campo en el que el baloncesto va a tener una oportunidad única. A diferencia de otros deportes, el baloncesto tiene los mejores asientos del mundo, a pie de pista. Esas nuevas tecnologías pueden facilitar que cualquier aficionado tenga acceso a esos mismos asientos. Puede que en el futuro no estemos en el negocio de la producción de retransmisiones televisivas sino en la venta de entradas virtuales. Que la gente se plantee quién juega esa noche en el Staples Center, por ejemplo, y mire al lado de quién se puede sentar esté donde esté. Todavía no hemos llegado a algo así pero queremos estar a la cabeza cuando se generalice porque creemos que hay oportunidades extraordinarias para el baloncesto ahí.
Pero la tecnología cambia constantemente…
Todavía no hemos terminado de adentrarnos en la realidad virtual y ya se está hablando de realidad aumentada. Algún día podremos estar sentados en esta mesa con unas gafas en las que yo esté viendo un partido, al lado otra persona tenga puesto otro… Vamos hacia una conexión wifi universal, todo el mundo va a poder tener todo en todo momento. Son cosas en las que tenemos puesta muchísima atención.
La NBA ha puesto el foco de forma evidente en mercados como el chino o el emergente que supone la India. ¿Puede crecer la percepción en Europa de que ya no es la gran prioridad que era?
Europa es un mercado muy grande para la NBA. China también. Son lugares donde tenemos ya muy asentado nuestro trabajo. Pero como en cualquier modelo de negocio, tenemos que fijarnos en los mercados emergentes, economías en las que podemos marcar una diferencia. Eso es lo que significa ser de verdad globales. En la India hay una oportunidad magnífica para un deporte como el baloncesto. Y diría que también en África, donde ya estamos jugando partidos, los África Games. Somos globales, tenemos que estar en todas partes. No solo en Estados Unidos, tenemos oficinas en Londres, Hong Kong, Pekín, Shangai, Johannesburgo, Río… Trabajamos sobre el terreno.
Este año no hubo partidos de pretemporada en Europa pero el campeón, los Warriors, estuvo en China y jugó allí contra los Timberwolves…
No perdemos el foco que ya teníamos en Europa sino que ponemos otros focos en otros sitios. Los Global Games son muy importantes para nosotros pero este año la pretemporada no ha podido pasar por Europa. Tiene mucho que ver con la reducción que hemos hecho del calendario para tener una pretemporada más corta. Esto es algo fundamental para los equipos, que piensan en reducir el riesgo de lesiones. Solo hay un número limitado de partidos que podemos organizar y queríamos llegar a otras regiones, pero queremos volver pronto a España, Francia, Alemania…
El comisionado Adam Silver siempre subraya la importancia de trasladar con estos partidos la experiencia de la NBA a otros rincones del mundo.
Esos partidos son muy importantes pero lo son incluso más los nuevos contenidos, los nuevos formatos de distribución, los nuevos horarios más accesibles para otros continentes… Queremos llegar a todos los aficionados y tenemos unas marcas que nos apoyan y que quieren que lleguemos a algunas ciudades que son mercados estratégicos. Pero hay millones de fans en todo el mundo y solo unos pocos partidos que podemos organizar fuera de Estados Unidos. Por eso es importante encontrar un balance.
¿Y los equipos ven mal esos viajes a países muchas veces muy lejanos?
Todo lo contrario, nos piden que se hagan más. A los jugadores les encantan y las franquicias perciben las oportunidades que hay a nivel global. Y una cosa más: los equipos se han dado cuenta de que estos viajes crean una gran química entre los jugadores, son perfectos para crear lazos en pretemporada.
En Londres se juegan partidos de liga regular y son un éxito. ¿Podríamos verlos en otras ciudades de Europa a corto o medio plazo?
Podría ser pero los partidos oficiales son mucho más complicados de organizar que los de pretemporada. A nivel de logística, de cuentas económicas… Y luego está el tema de los pabellones. Para albergar partidos de la NBA están el de Londres, el de París y seguramente el de Berlín. Eso es una realidad. Y luego volvemos a los nuevos ajustes de calendario: los que juegan en enero en Londres no tienen partido ni cinco días antes ni cuatro después. La dirección actual es reducir el calendario y ubicar mejor los partidos en él.
Otro posible problema desde la perspectiva europea puede ser la fuga cada vez más numerosa de jugadores, que además se van a la NBA cada vez más jóvenes.
Si miras la historia, el inicio de la relación más global de la NBA llega con los Juegos de Barcelona 92. La gente conocía a todos los jugadores del Dream Team y empezó a interesarse más por sus equipos, otros jugadores que jugaban con ellos… Lo que sucedió es que siete, ocho o nueve años después, los chicos de Europa que vieron aquellos partidos olímpicos se fueron a la NBA: Dirk Nowitzki, Pau Gasol, Tony Parker… De repente, los niños querían jugar en la mejor liga del mundo. Antes la NBA era como un sueño, un mito al otro lado del Atlántico. Pero la combinación de los avances tecnológicos y la presencia de jugadores locales la hizo mucho más cercana. Ir a la NBA ya no es un sueño para los chicos, es una posibilidad real. Hay una segunda y una tercera generación de jugadores después de Pau Gasol, Tony Parker y los demás. El alto número de jugadores europeos en la NBA es fantástico para nosotros. Queremos llegar a otras regiones, a muchos sitios… pero al final habrá un número limitado de huecos disponibles en la NBA. Por eso damos mucha importancia también a la Liga de Desarrollo.
Lo que ha quedado apartado es el sueño de la expansión de la NBA a Europa.
Ahora no estamos pensando en la expansión de la competición ni en tener más de 30 equipos. Y siempre hemos dicho que si se diera el salto a Europa tendría que ser con cuatro o cinco equipos, no con uno. Ahora mismo no es posible, no con el volumen económico que mueve la NBA, el coste que supondría crear una franquicia.
¿Y fórmulas del tipo cesión de jugadores o acuerdos con equipos europeos para tener jugadores en ellos como sucede con la Liga de Desarrollo?
Ahora mismo ni siquiera es posible contractualmente. Los jugadores con contrato NBA no pueden jugar fuera de Estados Unidos. Estamos más concentrados en la Liga de Desarrollo, que creemos que tiene que tener un papel muy importante para, precisamente, facilitar el acceso y la adaptación a la NBA de los jugadores de fuera. También nos interesa el desarrollo de las competiciones locales. Cuanto más fuerte sean, mejor para la NBA. Tenemos una excelente relación con la comunidad del baloncesto a todos los niveles. Vemos muy claros los beneficios comunes. Creemos que igualmente en otros sitios deberían estar felices de que exista la NBA. Trabajamos para transmitir entusiasmo en los valores del baloncesto. Al final hay algo más de cien jugadores internacionales en la NBA… y en el mundo hay muchos más jugadores de baloncesto. Hay espacio para todos.
Para esas competiciones locales está la competencia con la NBA y también con otras competiciones de mucho peso, como son en Europa las de fútbol, la Champions League…
Pero cada vez hay más canales, más plataformas, más formas de ver más cosas al mismo tiempo… Puede ser incluso bueno, para nosotros por ejemplo puede ir bien tener un partido justo después en horario de uno importante de la Champions. Es un nuevo panorama de retransmisiones muy complejo, en el que hay muchas nuevas posibilidades y en el que la retransmisión en directo sigue teniendo un valor fundamental.
Ahí la NBA tiene una joya en su sistema de League Pass.
Es extraordinariamente popular, crece en dobles dígitos cada temporada. Otros deportes ahora tienen más difícil tener este formato pero la NBA lo vio antes y lo desarrolló antes. Y queremos desarrollarlo todavía más. Pasamos de la pantalla de televisión a enchufar un cable del ordenador a la tele, de ahí a las tablets y móviles… Queremos sacar el máximo rendimiento a los partidos, a los resúmenes, a los paquetes de jugadas espectaculares… que cada aficionado pueda tener su propia experiencia, la que él quiera como usuario.
La NBA da gran valor al highlight, a la jugada espectacular, como instrumento para vender su producto.
Siempre ha sido así y por eso somos muy liberales con nuestros contenidos, queremos que todo el mundo tenga acceso e incluso animamos a los aficionados a que creen sus propios contenidos, los compartan… En Europa, por ejemplo, son muy importantes porque además los partidos son más difíciles de ver en directo para mucha gente por una cuestión de horarios. Es una vía fundamental para generar contenidos, vínculos con los aficionados… Queremos llegar a las nuevas generaciones, ir donde estén.
¿Y podríamos ver por ejemplo un evento de la magnitud de un All Star Weekend fuera de Estados Unidos? Vista la evolución del mercado chino, por ejemplo, un All Star allí sería alguno de dimensiones incalculables.
A corto plazo es muy difícil. Tenemos un gran interés de nuestros equipos por organizarlo, a nivel de horarios podría pasarnos lo que estamos hablando en Europa pero al contrario con los aficionados estadounidenses… Es muy difícil pero está claro que hacerlo en China, por ejemplo, sería algo de una dimensión muy importante.
Supongo que sigue con atención el conflicto en el baloncesto europeo entre Euroliga y FIBA. La NBA no permite a sus jugadores disputar los partidos de las Ventanas que se celebran durante sus meses de competición pero el secretario general de la FIBA, Patrick Baumann, dijo recientemente en una entrevista que la NBA podría replantearse su postura en un futuro próximo. ¿No suena algo complicado a la vista de todo lo que hemos hablado sobre el calendario de competición?