TEMPORADA HISTÓRICA EN LA NCAA
Draft NBA: el nuevo rival de Doncic es un clon de Curry
Trae Young es el último gran espectáculo del baloncesto universitario, comparte posición con Doncic y también apunta a Top-5 del próximo draft. Final NBA: Warriors vs Cavs, juego 4
"Es increíble", aseguró Stephen Curry. Y algo similar salió de la boca de Russell Westbrook. La última sensación del mundo del baloncesto juega de base en la Universidad de Oklahoma, lidera la nación en puntos (29,5 por partido) y asistencias (9,8), algo que ningún freshman (o novato) ha conseguido jamás, y se ha convertido en el nombre propio de la temporada NCAA. Los triples imposibles (rango de tiro ilimitado), la velocidad (de piernas y mecánica), la visión de juego (transición, espacios y desde pick&roll)... Pero vamos más atrás: ¿quién es Trae Young? ¿De dónde ha salido este fenómeno del baloncesto universitario al que comparan con Curry y respalda incluso LeBron James?
Para entender lo que significa actualmente Trae Young en el mundo del baloncesto hay que empezar hablando de su padre. Rayford Young también jugó en la NCAA. Venía de una familia pobre y, según cuenta Kent Babb en un genial artículo en el Washington Post, veía ropa nueva y calefacción como extras fuera de su alcance. Se labró un nombre como jugador de baloncesto, promedió más de 15 puntos en sus tres últimos años en Texas Tech y llegó a profesional fuera de Estados Unidos. Pero la NBA quedó en un sueño imposible para él.
Rayford, 40, ha dedicado los últimos años a que su hijo fuera un paso más allá, a que su hijo pudiera cumplir sus sueños. Lo ha hecho desde Norman (suburbio de Oklahoma City que es conocido como la casa de los Sooners, equipos de la Universidad de Oklahoma), a través de la rutina y sin consentir que su ahora mejor vida influyera para mal en el futuro de su hijo. Sacó a Trae de los colegios de lujo de la zona y condujo con él hasta Dallas (unas dos horas y media) o Tulsa (unas dos horas) para que pudiera jugar contra los "chicos duros". Para que no se amedrentara delante de las ruidosas aficiones rivales. Para que entendiera desde pequeño lo importante que es en la vida de cualquier persona ser capaz de superar obstáculos.
¿Tienen fundamento las comparaciones con Curry?
De ahí al instituto de su barrio, en el que tras un primer año sin baloncesto se convirtió en una de las caras más conocidas de la zona. Más de 25 puntos en su segundo año, más de 34 en el tercero y hasta los 42 en el cuarto. Para entonces, claro, había conseguido la atención de todo el país. Jugaba de lo que quería pero, según un artículo de inthegymrange, se veía a sí mismo como un tirador, un segundo guard para jugar al lado de un base que dominara el balón. Y lo que los scouts presenciaban sobre los parqués empujaba también en esa dirección.
¿Un físico aparentemente frágil (no lo es) que no llega a al 1,90 y tiene que jugar de dos? Apareció un miedo similar al que había con Stephen Curry en sus años pre-NBA (más allá de sus famosos tobillos de cristal). El base de los Warriors jugó (y se salió... ¡qué March Madness en su segunda temporada!) como escolta en una universidad menor (Davidson), y solo pasó a la posición de base, con cien mil dudas sobre su capacidad para rendir en esa posición en la NBA, en su tercer y último año de baloncesto NCAA. Ésta es solo una de las tres líneas diferentes que nos llevan sin redirección posible a las comparaciones con el dos veces MVP de la mejor liga del mundo. Pero dejemos eso para más adelante.
Pese a las dudas, Trae cumplió el primer sueño de su padre al recibir ofertas de algunos de los programas más grandes del mundo del baloncesto universitario. Kansas llamó a su puerta y también lo hizo John Calipari (Kentucky), el gran reclutador de la última década. Pero Young, que "quería ser diferente", dejó de lado las palabras de su padre ("¿vas a dejar todo esto de lado para ir a una universidad de football?") y aceptó la oferta de los Sooners, el equipo de su barrio. Y aquí empieza la aventura actual, la que le ha convertido en el fenómeno del momento en el baloncesto universitario estadounidense.
Pese a los focos, que le persiguen desde hace semanas (desde que encadena barbaridad tras barbaridad), la vida de Young no ha cambiado demasiado. Sus padres no se pierden un partido y le ayudan a mantener unas rutinas que se convirtieron hace tiempo en su día a día. Desde el instituto, y precisamente debido a la explosión de Stephen Curry (padre e hijo veían los partidos de los Warriors; vamos con la segunda línea de la comparación), Trae y su padre ejecutan la rutina de los 50 tiros: 50 desde la línea de fondo (el triple desde la esquina), 50 desde la línea de tres universitaria, 50 desde el triple NBA y 50 desde bastante más lejos. De ahí ha salido el incontenible rango de tiro que tantas comparaciones con el MVP de los Warriors ha levantado en las últimas semanas: es una amenaza desde cualquier posición.
Según publica Kent Babb, hablamos de un jugador tranquilo. Un jugador que intenta evitar el ruido para concentrarse en la próxima tarea, en el próximo partido. No ha sido fácil: Young ha pasado en el último mes de una posible primera ronda a un casi seguro Top-10 y a un más que probable Top-5 (como Luka Doncic, el otro base que suena para los primeros puestos). ¿Quién no querría arriesgar por el siguiente Steph Curry? Si es que existe tal cosa...
Young es un jugador rapidísimo, capaz de liderar, penetrar, romper y dividir, pero si hay un factor diferencial en su juego es evidentemente el lanzamiento exterior. Hemos hablado de la posición, del rango de tiro y ahora vamos con la tercera de las tres líneas de comparación: la mecánica. Young, como Curry, casi no salta (salta después, se impulsa) y libera el lanzamiento en un abrir y cerrar de ojos. Pero lo más interesante es lo siguiente: trabaja para crear su propio tiro desde un punto de partida muy similar al de Steph (por tamaño), y normalmente necesita superar a un defensor más alto y largo, por lo que para soltar una de sus bombas necesita en muchos casos desequilibrar al rival. Necesita poco espacio y menos tiempo, pero como el balón vuela desde muy abajo tiene que pillar por sorpresa al rival. Exactamente igual que Curry, Trae utiliza posiciones de desequilibrio propias para producir el mismo efecto en el rival. No necesita una posición de lanzamiento fija, pone el peso sobre cualquier pierna y en cualquier dirección y aun así es capaz de tirar (más de brazo que de muñeca, como Curry) con el mismo nivel de acierto. Trabajo, trabajo y más trabajo detrás.
¿Su carta de presentación? Romper la historia
Cuando llegamos a las estadísticas no hay comparación posible. Ni con Curry ni con nadie. Trae Young está haciendo historia en la NCAA.
A día de hoy, con sus Sooners 14-3 (cuartos en la Big 12 a solo medio partido del líder, Kansas), Young promedia 29,5 puntos y 9,8 asistencias, anotando casi el 40% de la auténtica barbaridad que son sus más de 10 triples por partido (más Curry que eso...). De acabar así la temporada se convertiría en el primer freshman de la historia que consigue liderar la NCAA tanto en puntos como en asistencias. Y hay más: el base de los OU lidera también la competición en PER (Player Efficiency Rating), en Assist Percentage (una estadística que mide el porcentaje de canastas del equipo asistidas por un jugador cuando está en cancha restando las que anota él mismo), en porcentaje de uso (que mide el porcentaje de jugadas de un equipo que finaliza/utiliza un jugador), en puntos producidos (anotados+asistidos) y en Box Plus/Minus (estadística que intenta medir el valor de un jugador a través de sus números y sobre los totales del partido de su equipo).
No os aburro más con números. Tampoco creo que haga falta. Si tenéis un rato, buscad partidos de Trae Young. Podemos estar hablando de la próxima gran estrella del baloncesto mundial. O no. Pero en cualquier caso, este chico es show, es emoción, es espectáculo. Es pura NBA.
Fuentes: NCAA.com, ESPN, Washington Post, Basketball-Reference, Celticshub, inthegymrange, Yahoo! Sports, Bleacher Report y más.