Lonzo no evita otro batacazo; Kuzma: "Jugamos una basura"

Nubes negras en el Staples Center. El regreso de Lonzo Ball parecía un rayo de luz en la oscuridad, pero ni por esas. Los Angeles Lakers pasan por su peor momento de la temporada, han encadenado nueve derrotas consecutivas y han perdido 12 de sus últimos 13 partidos, una horrorosa racha que tiene realmente tocado al equipo.

Ni las reuniones de plantilla ni el regreso del novato que debe liderar a la nueva generación (11+4+5+2 para Ball) han surtido efecto. Los Lakers, que han jugado bastante mejor de lo que indica su récord durante gran parte de la temporada, son el peor equipo de la conferencia oeste y el segundo peor equipo de la NBA.

Ayer visitaban LA los Hornets, un equipo que ha decepcionado en este inicio de temporada. Pero visitar LA estos días es el mejor regalo de reyes. Sin demasiado esfuerzo más allá de los primeros minutos, los visitantes se fueron 15 arriba al descanso, 17 arriba al final del tercero y hasta 25 arriba en un último cuarto en el que el Staples la tomó con su jovencísimo equipo. Llegaron los abucheos, y no es para menos.

"Nuestro juego es basura ahora mismo", dijo Kyle Kuzma después del partido, dejando claro que el primero que tiene que subir el nivel es él mismo: ha lanzado por debajo del 50% en siete de los últimos ocho encuentros y ayer fue uno de sus peores partidos de la temporada (2/14, cuatro puntos).

Entre los 19 de Kemba Walker, el doble-doble de Howard, los 17 de Jeremy Lamb y un total de seis rivales en dobles dígitos, se salvó Brandon Ingram, que anotó 22 puntos con buenos porcentajes (10/18) y capturó 14 rebotes, la mejor marca de su joven carrera. Los Lakers volvieron a caer en los errores de siempre y naufragaron gravemente desde la línea de tres puntos: 9/36, 25% de acierto (son el peor equipo de la NBA en esa faceta).