CELTICS 91 - WOLVES 84

El banquillo, Kyrie y la defensa acaban con Towns (25+23)

Los Celtics escaparon sin brillo de las garras de Karl-Anthony Towns, que fue el único jugador de los Wolves acertado en el Garden.

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El banquillo, Kyrie y la defensa acaban con Towns (25+23)
Winslow Townson USA TODAY Sports

Día helado en Boston dentro y fuera del pabellón. Desacertados y sin ritmo, Celtics y Timberwolves se midieron en la fría noche de Massachusetts en un partido que no pasará a la historia del baloncesto. Fue la peor actuación ofensiva de los Wolves en lo que llevamos de temporada y también una de las peores de los Celtics, que salvaron los muebles gracias al rebote, al banquillo y a un Kyrie Irving maduro que ha aprendido a ganar partidos sin puntos (16+8+9+2, 6/16 en los tiros): cada día más jugador franquicia.

Antes de hablar de los orgullosos verdes, que siguen acumulando triunfos (van 32 en 42 partidos), hay que dedicar un segundo al tema Karl-Anthony Towns. Porque hay tema. Casi siete minutos tardó en recibir el primer balón en el poste. Casi siete minutos para que intentara su primera jugada. Casi siete minutos para que intente crear una ventaja. Ganen o pierdan me genera un millón de dudas. Al fin y al cabo, hablamos de Towns.

Jimmy Butler (3/12) no estuvo al nivel de las últimas semanas (tiene que ser All Star) y Andrew Wiggins dejó mucho que desear (como tirador no vale gran cosa: tiene que hacer bastante más), así que, con algo de ayuda de Jamal Crawford y poco más, Towns peleó por el partido solo y acabó con 25 puntos (9/16) y 23 capturas, la mejor marca de su carrera NBA. No fue suficiente (los titulares no llamados Towns, 30% de acierto en los tiros).

Los Celtics, que son junto con los Warriors el equipo más equipo, necesitaron como ante los Cavs un empujón ofensivo del banquillo y lo volvieron a encontrar (42-20). Marcus Smart y Terry Rozier fueron de nuevo los mejores de una plantilla que, sin el acierto de su quinteto inicial (33% en los tiros) y sin el triple (16%, pero marca de la temporada), cerró filas, atacó el rebote (+13 total con 17 ofensivos, mejor marca del curso) y apostó por la pintura contra una defensa de los Wolves que tiene ratos y ratos, puntos y puntos, pero también múltiples desconexiones: 50-24 en la zona, un apartado que sobre el papel deberían haber dominado los visitantes (sextos de la liga; los Celtics son segundos por la cola).

En definitiva, y sin olvidarme del cuarto cuarto de jugador franquicia de Kyrie (rebotes, asistencias, 50-50 balls y alguna canasta), nueva victoria de equipo de los Boston Celtics. Nueva victoria inteligente. Nueva victoria de entrenador.