Segundo partido de Ricky Rubio contra su exequipo y segunda derrota, esta más dura: del 100-97 del segundo partido de la Regular Season, un temprano regreso a Minnesota en el que sacó lustro a sus virtudes (19+10+5), a un descorazonador 98-109 (qué largos van a ser los días sin Rudy Gobert en Salt Lake City…) que fue puro maquillaje: 65-88 al final del tercer cuarto. Y con Ricky completamente fuera de foco, una constante en la caída en picado de los Jazz (cinco derrotas en seis partidos) que pareció tocar fondo en un día muy negro: 3 puntos, 1/7 en tiros (0/6 en triples), 0 rebotes, 2 asistencias, 3 pérdidas y -11 en sus 22 minutos en pista.

Ricky ha dado al menos seis asistencias en solo seis de los catorce partidos que ha jugado con su nuevo equipo. Y en otros seis ha sumado más pérdidas que pases de canasta. Está promediando 3,8 pérdidas (de largo la cifra más alta de una carrera en la que no ha pasado de las 3,2 de su año rookie) por solo 5,5 asistencias cuando no ha bajado nunca de las 7,3 de sus segunda temporada. Más pérdidas y menos asistencias que nunca. Mala cosa. Y 14/56 en tiros (un 25%) en sus últimos seis partidos para unos Jazz totalmente desnaturalizados con respecto a lo que fueron, con la sombra de Gordon Hayward alargándose cada vez más y la baja de Gobert amenazando un tramo además muy duro del calendario en el que los de Snyder pueden descabalgarse de la lucha por los playoffs: están 6-8 y son últimos de la poderorísima Northwest que lideran, precisamente, los Wolves.

Sin Gobert, Jerebko (que cometió demasiadas faltas) jugó como ala-pívot titular al lado de Favors (que no buscó sus zonas más cómodas de tiro). Rodney Hood también fuerza demasiado y sin creación en las alas y ahora también sin protección del aro en defensa, los Jazz no pudieron ni plantar cara (14-33 en el primer cuarto) ante un rival muy cómodo contra los rivales que no le obligan a exprimirse en defensa: 21 puntos y 10 asistencias de Jimmy Butler, 24 y 13 rebotes de Karl-Anthony Towns, 15+10 de Gibson y 22 puntos de Teague. Las cosas van cada vez mejor en Minneapolis (8-5 ahora) aunque Thibodeau sigue siendo Thibodeau: en una victoria tan cómoda, todos los titulares jugaron como mínimo 38 minutos.

Los Jazz cargaron por puro orgullo al final con Neto, Jerebko y el rookie Donovan Mitchell, ahora mismo la única buena noticia en los Jazz: 24+4+4 con un 10/19 en tiros. Su quinto partido con más de 20 puntos. Por dar perspectiva, Hayward no lo logró con los Jazz hasta el final de su segunda temporada. Y Deron Williams, hasta mitad de ese año sophomore. Algo a lo que agarrarse, que falta les hace a los Jazz.