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BOSTON CELTICS

Celtics: del drama de Hayward a liderar la NBA 8 años después

Boston encadena 8 victorias consecutivas por primera vez desde el año 2010. Analizamos el gran momento de un equipo que para nada ha tirado la temporada.

Jaylen Brown, en el TD Garden de Boston.
@CELTICS

17 de octubre de 2017. Seis minutos del primer partido del curso 2017-18. La imagen de la pierna izquierda de Gordon Hayward da la vuelta al mundo. Tiene fracturada la tibia. No volverá a jugar más en lo que queda de temporada. El reencuentro con Brad Stevens, el que fuera su entrenador en la Universidad de Butler, no podría haber comenzado de forma más dramática. Se acabaron las opciones de los Celtics, uno de los equipos que más animaron el verano y que legítimamente aspiraban a asaltar el trono de LeBron James en el Este

6 de noviembre de 2017. Boston se impone en Orlando a los Magic en la que es su octava victoria consecutiva. La mejor racha en lo que llevamos de campaña en la NBA. La mejor de la franquicia desde 2010. Lideran la NBA en solitario con un balance de 8 partidos ganados por 2 perdidos. Algo que no sucedía desde 2009. ¿Qué ha pasado entre medias para que los Celtics vuelvan a ser considerado como candidatos a disputar las Finales? 

La unión del vestuario

"Cuando pasó no sabíamos en qué situación nos encontrábamos como equipo. Eso nos ha unido aún más", explicaba Al Horford tras imponerse a los Spurs por primera vez desde que Brad Stevens dirige al equipo (temporada 2013-14). Desde el momento en el que Hayward se lesionó de gravedad, el primero en transmitir serenidad y calma grupo fue su entrenador. Sin dejar de pensar ni un segundo en Gordon y lamentar su mala suerte, concentró todo su energía en conseguir sacar el mejor rendimiento del resto de hombres a su disposición. Esa piña en que se ha convertido el vestuario se traduce en cero egoísmos dentro de la cancha. Kyrie Irving es el líder del equipo, llegó a Boston con ese objetivo en mente, pero en estos 10 primeros encuentros promedia 1,6 lanzamientos menos (18,1 por los 19,7 en su última campaña como escudero de LeBron). Más llamativo aún es el excelente rendimiento defensivo del base. Se decía que no defendía, pero en este arranque se está mostrando muy activo atrás. Una rapidez de manos y anticipación que le sitúa a estas alturas como líder en robos de toda la NBA con 2,4, de largo el mejor dato de su carrera.   

Defensa  

Irving nos sirve para enlazar con la defensa de los de Massachusetts. "Hay que dar mucho crédito a su defensa porque te impide ejecutar tu repertorio", resumía Frank Vogel esta madrugada. Los números refrendan la mejor retaguardia de toda la Liga: nadie encaja menos que ellos (93,2 puntos) ni registra un mejor ratio defensivo (94,7 tantos recibidos por cada 100 posesiones). Por increíble que parezca, por el momento nadie se acuerda de Avery Bradley, gracias al trabajo de hombres como Marcus Smart, los atléticos Jaylen Brown y Jayson Tatum, Terry Rozier, el ya mencionado Irving y Al Horford. Jugadores polivalente y agresivos capaces de cambiar en los bloqueos directos. El dominicano atraviesa por su mejor momento como verde. En ataque se le ve mucho más cómodo que hace un año, pero atrás se está reivindicando. Ha sido capaz de frenar a hombres que este curso se están comiendo el mundo como Giannis Antetokounmpo y Kristaps Porzingis.  

Rebote 

La gran incógnita de la campaña era comprobar cómo Brad Stevens conseguiría frenar la sangría del rebote con una plantilla no sobrada de centímetros y que a menudo recurre al small ball. Un déficit que se convirtió en mal endémico y que no pocos disgustos causó en los anteriores ejercicios. Con 48 capturas de promedio por noche, solo los Bulls, Hornets y Blazers presentan un dato mejor que un equipo que se hace con el 81,9% de los rechaces (tercer mejor registro) en torno a su propio aro. Y todo sin contar con ni un solo hombre cogiendo de media 10 rebotes. Horford manda en este apartado con solo 9,1, pero otros siete compañeros cogen al menos 4. 

Jóvenes veteranos

Hilando con el tema del rebote, hay que destacar las notables aportaciones en casi todas las facetas del juego de los dos últimos número tres del draft. Jaylen Brown y Jayson Tatum son probablemente los dos hombres que más han visto incrementar su rol tras la baja de Gordon Hayward. Un sophomore y un rookie que se han visto obligados a cursar un máster de máxima exigencia competitiva y que hasta ahora están sacando adelante con brillantez. Fundamentales atrás, son los dos máximos reboteadores tras Horford del equipo y en ataque apenas se precipitan y saben aguardar sus tiros pese a gozar un protagonismo mayor el esperado. Tienen 21 y 19 años, pero no lo parece por su grado de madurez.   

Banquillo

A la espera de que Stevens acabe encontrando un quinteto titular base (parece que con Marcus Morris ya recuperado este lo integrará junto a Irving, Brown, Tatum y Horford), queda claro que Marcus Smart saldrá desde el banquillo como líder de una segunda unidad que aporta un plus de energía y sacrificio. Junto a Smart, un todoterreno que se va consolidando como uno de los mejores sextos hombres de la competición, la progresión de Terry Rozier supone otra excelente noticia. Aron Baynes y Daniel Theis mantienen el vigor en la pintura, mientras que el positivo rendimiento de otro rookie como Semi Ojeleye resultan inversamente proporcional al de sus discretos números.