La buena noticia para el Valencia Basket fue ver cómo celebró el Ulker Sports Arena la victoria. Explotó cuando el partido se rompió, a falta de minuto y medio para el final. Hasta ahí llegaron los taronjas en la pista del campeón de Europa, que no es poco. Y más aún contando con que su máximo anotador, Erick Green, no anotó ninguna canasta en juego (4 puntos). Lo mejor para el campeón de Liga Endesa fue el regreso de San Emeterio. El internacional español aún está lejos de su mejor forma. Pero para sus compañeros, tenerlo ahí, en la cancha, es una bendición. De hecho, acabó como máximo anotador taronja (11 puntos).

Valencia Basket ya no es un novato en la Euroliga. Salir al ruidoso Ulker Sport Arena contra un campeón de Europa enrabietado, sin apenas fallar un tiro, y no asustarse, ya es bastante. Seguir de pie y acabar con opciones de salir victorioso en el primer cuarto, sin que tu estrella ni siquiera tire a canasta, es de equipo grande. Así, con calma, y con Will Thomas y Pleiss haciendo daño en la pintura, mitigaron el inicio en tromba local comandados por un gran Datome. Tanto fue así que dos triples seguidos de Rafa Martínez y Van Rossom pusieron la igualada (18-18, min. 9). Una canasta de Mahmutoglu lo dejó en 20-18.

Sin embargo, Obradovic, tenía otros planes. El Fenerbahce apretó las clavijas atrás apoyado en una batería de sistemas defensivos que Valencia no supo leer. Se sucedieron varias pérdidas taronjas y Sloukas, Melli y sobre todo, Thompson percutieron el aro. Una canasta de Wanamaker culminó un parcial de 11-0 que mandó a los de Vidorreta a la lona (31-22, min. 15) por primera vez. Un triple de Sloukas puso la máxima renta hasta el momento (38-26, min. 18). No andaba fino el Valencia Basket en ataque. Sin embargo, una bandeja de Van Rossom tras un rebote ofensivo de Thomas (capturó 8, todos en la primera mitad) y dos tiros libres de Dubljevic, tras una buena defensa, limaron la ventaja local hasta el 38-30, al descanso.

Tras el asueto llegó la hora de San Emeterio, que estaba de vuelta. Una entrada marca de la casa y un triplazo enchufaron al Valencia. Un 2+1 de Van Rossom volvieron a meterle en el partido (42-38, min. 24). Sin embargo, cuando a Obradovic le falla una estrella, mira al banquillo y saca a otra. Esta vez fue Nunnally el que salió, desatascó al Fenerbahce y enchufó 11 puntos casi seguidos, volviendo a abrir hueco. Datome cogió el relevo pero Abalde y Dubi no dejaron que la ventaja otomana fuera demasiado amplia, con un cuarto por jugar (57-49).

Quería llegar al último cuarto Vidorreta con opciones… Y allí estaba. Valencia empezó a jugar ataques con Dubljevic y daba la sensación de que se podía meter en el partido con todas las de la ley. Dos triples de Doornekamp y San Emeterio lo corroboraron (62-57, min. 34). Era el momento de la verdad y ahí Wanamaker y Sloukas son maestros. A un triple de San Emeterio que volvía a apretar el marcador (67-62, min. 37) le sucedió una suspensión mágica del griego. Explotó el Ulker Sports, sabedor que el partido se le complicaba si no llega a anotar. San Emeterio volvió a intentar otro triple-milagro pero no entró y Vesely, con un 2+1, agarró definitivamente la victoria para los locales.