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Houston Rockets: Harden para acabar con la maldición de Paul

El contrato de Ryan Anderson evitó que Carmelo Anthony jugara también en el Toyota Center. Aun así, grandes movimientos veraniegos.

Houston Rockets: Harden para acabar con la maldición de Paul

HOUSTON ROCKETS

Entrenador: MIke D'Antoni

Posible Quinteto: Chris Paul, James Harden, Trevor Ariza, Ryan Anderson y Clint Capela.

Otros jugadores importantes: Eric Gordon, PJ Tucker, Nene, Mbah a Moute y Tarik Black.

Balance 2016-17: 55-27 (3º en el Oeste), semifinales de conferencia (4-2 vs Spurs).

Objetivo 2017-18: luchar por el anillo.

Fueron Chris Paul y James Harden los que decidieron jugar juntos. Para mí es clave. El traspaso se cerró entre oficinas, como todos, pero fueron los protagonistas los que se pusieron en contacto y decidieron juntar sus fuerzas. Son dos de los mejores generadores de la competición y dos de los jugadores que más provecho sacan de las ventajas (tanto para ellos como para compañeros/Harden, el mejor). Se van a turnar con el balón (compartir-descansar) y podrían disponer de unos contra uno constantes gracias a la presencia del otro. Además, y seguramente lo más importante del traspaso, Mike D'Antoni, entrenador del año, contará con uno de los mejores generadores de baloncesto del planeta (si quiere) durante 48 minutos. Siempre uno de los dos en cancha. O eso haría yo.

¿Quién se tira la última? ¿Quién asume más control de balón? ¿Habrá problemas de egos? Todo preguntas con la misma respuesta: han sido ellos los que han decidido jugar juntos. Eso implica una predisposición importante, ganar por delante de cualquier cosa. Y debería evitar/minimizar ese tipo de situaciones.

Vamos al equipo, que tiene miga. Perdieron (bastante) rotación en el traspaso de Paul (Patrick Beverley will be missed), pero se han reforzado bien y, sobre todo, se han reforzado donde tocaba. PJ Tucker y Mbah a Moute serán clave.

Los Rockets, como el año pasado, van a correr, van a tirar y van a molar, pero no todos los partidos son iguales y no todos se juegan igual. Tucker y Mbah a Moute son dos refuerzos defensivos que dotan al equipo de una flexibilidad hasta ahora inexistente (defienden bien varias posiciones). Con ellos dos, el siempre infravalorado Ariza (fiel escudero), el propio Chris Paul, minutos de Eric Gordon (defiende, cuando quiere, mucho mejor de lo que podría parecer) y la evolución de Capela, los Rockets deberían tener efectivos suficientes para jugar a ese otro baloncesto que tan importante es cuando llegan los playoffs. Aunque sea como recurso...

La sensación, sobre el papel, es de equipo hecho; equipo entero. Piezas para pelear con cualquiera y para soñar con el premio gordo. Y sí, están los Warriors. Pero los Rockets ya eran peligrosos la temporada pasada y ésta lo deberían ser mucho más. Contra la maldición de Chris Paul, que busca las primeras finales de conferencia de su ilustre carrera. Con Harden al lado, a por todas.