Concretada la marcha de Kyrie Irving y la llegada de Isaiah Thomas con esa segunda ronda extra para el draft 2020 ofrecida por los Celtics, los Cavs ya planifican el futuro de la franquicia. En Cleveland saben que contarán esta temporada con un LeBron James que, sin embargo, su salida en 2018 empieza a darse por descontada en los despachos de The Q. De ahí que el 'pick' de los Nets para 2018 se considere como la joya de la corona entre las piezas obtenidas por el traspaso de Kyrie. Más aún teniendo en cuenta que el estado de la cadera de Isaiah puede desbaratar los planes previstos para este curso 2017-18. Las informaciones que continúan llegando desde Estados Unidos continúan siendo poco halagüeñas. Según una fuente experta en este tipo de lesiones y consultada por el portal 'The Athletic', el base podría no regresar hasta enero o incluso hasta el parón por el All Star (que en 2018 se celebrará en Los Ángeles del 16 al 18 de febrero).

La realidad es que a medio mes del inicio de la pretemporada Isaiah aún no puede correr y pese a que el jugador permanece optimista, los informes médicos no lo son tanto. En el caso de confirmarse estos presagios, no debutaría con su nuevo equipo hasta la segunda mitad de la temporada. Todo un contratiempo que iría en perjuicio de la química del equipo sobre la cancha y que retrasaría la adaptación del base a sus compañeros y viceversa. Una situación nada deseable para una franquicia con aspiraciones al título y que, colateralmente, podría reforzar los deseos del propio LeBron a cambiar de aires (¿Los Ángeles?) el próximo verano y que dejaría la manija de los Cavs en un jugador marcado por las lesiones (Derrick Rose) y en otro muy veterano como José Manuel Calderón, cuyo rol debería ser más secundario para aportar su experiencia.

Más allá de los partidos y meses que pueda estar ausente, el palo para Isaiah podría ser doble. Al encarar su último año de contrato, su voluntad de obtener uno máximo en 2018 podría no verse cumplida si las dudas sobre su estado físico no se disipan.